La doctora Yamila González Ferrer es madre y, desde hace poco tiempo, abuela. Ella comprende la trascendencia del Código de las Familias para la sociedad.
Abogada y vicepresidenta de la Unión Nacional de Juristas de Cuba, esta mujer facilita el diálogo y demuestra, desde su sencillez, una elevada preparación.
Conversamos acerca de la evolución de una propuesta de norma inclusiva, contemporánea, resultado de procesos investigativos, consultas ciudadanas y análisis de Psicología, Sociología y prácticas jurídicas.
Yamila es una de las especialistas que, desde sus inicios, estuvo al frente de la creación de del proyecto de Código de las Familias (que tuvo 25 vesrsiones).
Comenta que, por más de dos años y medio, laboraron en este con el fin de perfeccionarlo, teniendo en cuenta la realidad jurídica y de las familias cubanas.
Agrega que el propósito es responder a esos contextos, por lo cual es resultado de investigaciones en los ámbitos de la Psicología, Sociología, Demografía y la práctica legal, la cual ha demostrado cuáles son las necesidades que tienen nuestras familias para resolver conflictos que surgen en su seno.
Explica Yamila que, a partir del mandato de la Constitución de 2019, cuando se estableció que se llevaría a consulta y referéndum popular el proyecto, trabajaron para desarrollar los contenidos de la Ley de leyes en materia familiar y ser coherentes con sus principios, valores y lineamientos fundamentales.
-¿Desde los inicios de esa labor y hasta ahora, qué transformaciones, cuáles son los cambios principales del proyecto?, indagamos.
"Primero llegamos a una versión 22 en septiembre del año 2021, la cual ya tenía un resultado vinculado a los debates entre instituciones jurídicas y centros de investigaciones. Estaba muy madurada, analizada, por un grupo multidisciplinario. Esa es la primera que se publica y es llevada a consulta especializada, lo que conllevó a enriquecerla y a modificar su contenido.
"Entre septiembre y noviembre del 2021 desarrollamos encuentros con más de 47 asociaciones, organizaciones, instituciones, y cada una de ellas desde sus perspectivas, aportaron criterios.
"Al surgir la versión 23, quedó modificada más de la mitad del proyecto, y es cuando es llevado a la Asamblea Nacional del Poder Popular, la cual aprueba la edición 24, que es entonces sometida a consulta popular."
-¿Qué aportó el pueblo en esos intercambios?, preguntamos a la experta.
"Aportó muchísimo. De esa forma cierra un ciclo, en el que podemos decir con total seguridad que se trata de una obra colectiva de los cubanos, hecha con muchísimo amor, interés, esfuerzo.
"Esa consulta desarrollada entre febrero y abrir del presente año, vino a cerrar una etapa. Se modifica entonces más del 49 por ciento del contenido del proyecto, por lo tanto, el mismo ha sido transformado, enriquecido en su totalidad por la ciudadanía. Ya sea en un primer momento, por una mirada especializada o en esta segunda oportunidad, con una visión más popular, a partir del debate en comunidades, escuelas y centros laborales.
"De esa consulta, el 61,96 por ciento de los participantes se manifestaron a favor del contenido del proyecto del Código.
"Eso es algo muy importante, porque demuestra que comprenden la amplitud del mismo, que no pertenece a un organismo específicamente, sino que abarca todas las instituciones jurídico-familiares y apunta al reconocimiento y protección de todos los modelos familiares. Insisto en que se basa en la realidad cubana."
-¿Estamos llevando la realidad cubana a un proyecto de ley?, insisto.
Yamila toma aire y habla de algo que le es muy cercano.
"Exactamente. Estamos llevando toda la protección que necesitan los distintos y diversos modelos familiares cubanos a una norma jurídica, la cual establece los mecanismos, las instituciones, las figuras que protegerán y darán seguridad jurídica a todas las cuestiones que hoy están pasando y muchas de ellas no tienen protección legal, la que lograrán a partir de la aprobación de esta norma.
"A partir de su aprobación podrán desarrollarse las relaciones en planos más armónicos, con mecanismos que den solución a sus conflictos."
-Ahora el proyecto regresa a la aprobación del pueblo, acoto.
"Sí. Ahora es llevado a referéndum popular. No es posible aplicar este nuevo código si no lo aprueba nuestro pueblo. El voto ciudadano es el que lo valida y abre las puertas para su aplicación. Por eso se necesita muchísimo de esa participación masiva, de un voto responsable y del estudio, para interiorizar lo que implica, para comprender esa mirada amplia de contenidos y situaciones que puede no ocurrirme a mí, pero sí a otro familiar, amigo… puede que hoy no me identifique con algunas de las situaciones que aborda, pero mañana puede sucederme; porque ahora soy joven, pero luego seré adulto, puede ser que en un futuro llegue a tener una situación de discapacidad, hoy no soy madre, padre, abuelo, pero mañana sí.
"Entonces se trata de un proyecto de ley para la realidad de hoy, pero también para el futuro, para nuestros hijos, lo cual es muy importante, porque apunta al amor, a la armonía, a que seamos capaces de darle solución a los conflictos, de manera que fortalezcamos la cultura de paz necesaria para que nuestra sociedad sea cada día más fuerte." (Tribuna de La Habana)