El doctor en Ciencias Jorge González Pérez, presidente de la Sociedad Cubana de Medicina Legal, informó en conferencia de prensa sobre el proceso de búsqueda e identificación de las personas desaparecidas en el incendio de grandes proporciones en la base de supertanqueros de Matanzas, el pasado 5 de agosto.
En nombre de peritos y científicos que trabajan en la búsqueda de los restos, González Pérez transmitió condolencias a familiares y amigos de los 14 desaparecidos y dijo que ya concluyó la última entrevista con todos los familiares, quienes fueron informados sobre este proceso de investigación.
El experto destacó los años de experiencia del sistema de trabajo de la criminalística cubana, con distintas actuaciones en eventos ocurridos en el país, y puntualizó que el órgano de instrucción penal es el encargado de dirigir el proceso que abarca a los peritos, entre los cuales se encuentran los especialistas de medicina legal.
Agregó que Cuba dispone de tecnología avanzada, acorde con el desarrollo del momento actual, para cualquier tipo de investigación que se hubiese derivado de este proceso, y recordó que se ha trabajado en innumerables casos, aunque no con estas características, entre ellos la búsqueda de los restos de la Guerrilla del Che en Bolivia y en la llamada Operación Tributo, de repatriación de más de dos mil cubanos que fallecieron cumpliendo misión en distintos países del mundo.
Sobre el caso del incendio en la occidental provincia cubana, explicó que se trata de un incendio de grandes proporciones y que la labor pericial se ha concentrado alrededor del tanque 51.
Se estima que en el centro del incendio hubo más de mil o dos mil grados centígrados, lo cual -dijo- se probará criminalísticamente.
González Pérez comentó que, en la preparación de los trabajos, se realizó una modelación de lo que se podían encontrar.
“En un horno incinerador de cadáveres como los que hay en Cuba o en cualquier país del mundo, en dos horas, a 800 grados centígrados, se convierte en ceniza un cuerpo. De forma tal que, partiendo de este concepto, la primera modelación que hicimos era que si las condiciones ahí fueron por el efecto de las llamas podía haberse desaparecido todo”.
O sea, reiteró, “la primera modelación era que no íbamos a encontrar nada y que todo era ceniza disuelta en el combustible que se había derramado”.
La segunda modelación tuvo en cuenta un posible derrumbe sobre algún cuerpo, la caída de tubos o el desprendimiento de algún elemento metálico que pudiese haber caído sobre algún cuerpo e impedir una carbonización, o sea, una incineración total de ese cuerpo.
De acuerdo con el Doctor en Ciencias, los especialistas también tuvieron en cuenta que, debido al derrame de combustible, el cuerpo podría estar debajo del líquido y la combustión no sería total según el momento en el que se extinguió ese incendio.
Explicó que, aunque los peritos ya se encontraban listos en Matanzas, se tuvo que esperar a que se extinguiera el área para comenzar la investigación en el terreno.
“Tuvimos que entrar cuando todavía había áreas incendiadas. Había humo, tuvimos que entrar y salir. Hubo compañeros a los que los zapatos se le derritieron producto al calor intenso que había en el suelo. Hubo dificultades que se fueron superando en la medida en que fue pasando el tiempo y por la acción del equipo de extinción que estaba constantemente ahí, además para protegernos a nosotros”. (Redacción digital. Con información de Cubadebate)