El siniestro acontecido en la Base de Supertanqueros de Matanzas ha trasladado el corazón de todos los cubanos a la urbe que bien se conoce como la Atenas de Cuba. Ubicada en la Plaza Vigía, la Oficina del Conservador de Matanzas se mantiene insomne y activa.
En este venerable edificio, que ha sido puesto a disposición del gobierno provincial matancero, se coordinan donaciones de sangre, se organiza el aplacamiento de las llamas, y se destinan suministros para los héroes, en medio de los ruidos de sirenas y los actos anónimos de heroísmo.
Y a pesar de todo, el conservador de la ciudad, Leonel Pérez Orozco, ha encontrado el tiempo para abrir sus puertas a la radio.
“La Historia es una amiga que nos ayuda a recordar lo fuertes que somos”, afirmó Pérez Orozco, al referirse a la heroica tradición de los bomberos cubanos.
Desde la primera mitad del siglo XIX, la Ciudad de los Puentes ha contado con su propio cuerpo de bomberos, instituciones que también han enorgullecido a Cárdenas y a Colón.
Estas agrupaciones siempre fueron voluntarias, creadas libremente por los vecinos, quienes arriesgaban sus vidas por sus familias y su comunidad.
Pérez Orozco comenta que la propia Plaza de la Vigía fue un punto de almacenamiento de tanques de agua y cubos, destinados a aplacar las destructoras llamas. Para el conservador, cada matancero tiene el orgullo de vivir en una ciudad que ha sido preservada por el valor de quienes combaten las llamas. Tras cada incendio, cada desastre natural, los hijos de Matanzas han sabido crecerse y reconstruir.
Quizás la más grave de todas las tragedias de las que se ha recuperado esta ciudad fue el incendio de la Marina, que en 1845 destruyó hasta un tercio de la Atenas de Cuba.
También Cárdenas se enfrentó a los continuos incendios de los toneles de Arrechavala, experiencias que formaron al excelente cuerpo de bomberos de esta ciudad, quienes siempre se han encontrado entre los mejores del país.
La ciudad de los puentes siempre ha sabido homenajear a sus hijos más valientes, y prueba de esto es el Cuartel de Bomberos de Matanzas Enrique Estrada, un imponente edificio de estilo neoclásico que lleva el nombre de uno de los bomberos más destacados de la ciudad.
Este cuartel, fundado en el año 1900, es el más antiguo de su tipo en Cuba que se encuentra aún en funcionamiento, y ejerce a la vez las funciones de museo, preservando el patrimonio histórico cultural de esta noble profesión.
Asimismo, el conservador de la ciudad mencionó a la Curva de los Bomberos, lugar donde varios luchadores de las llamas perdieron la vida, y donde un obelisco les rinde tributo.
Al poner en perspectiva las tragedias que han unido en un lapso de tres meses a Matanzas y a La Habana, Pérez Orozco reconoció que este 2022 ha sido el año de los bomberos.
“En estos días, he visto actos de heroísmo emociona hasta las lágrimas”, afirmó el conservador, mientras contaba la historia de un joven de su Oficina que se ofreció como voluntario para apagar las llamas.
Pérez Orozco habló también de un bombero habanero, que volvió de sus vacaciones para ir a colaborar en primera línea. En la opinión del conservador Leonel Pérez Orozco, más poderosa que cualquier llamarada será siempre la voluntad de enfrentarse a las dificultades, la tenacidad de reconstruir más y mejor sobre lo perdido. (Habana Radio)