Ante la inminencia de un ciclón tropical, en este caso el huracán Ian, la Defensa Civil (DC) de Cuba cuenta con un plan de enfrentamiento que incluye las fases Informativa, Alerta, Alarma y Recuperativa, con vistas a minimizar su impacto, y medidas específicas para la protección y conservación de la población y los recursos de la economía nacional.
El Estado Mayor Nacional de la DC
insiste en que es imprescindible que la población se mantenga informada sobre
el paso del fenómeno hidrometeorológico, a través de los avisos del Centro de
Pronósticos del Instituto de Meteorología, y muy al tanto de las indicaciones
de las autoridades locales, en caso de desastres o ante su inminencia.
En la práctica, se establecen a
corto plazo, de acuerdo con los avisos especiales, y tienen en cuenta las
tormentas locales severas, sistemas frontales, frentes fríos, línea de
tormenta, bajas extratropicales y lluvias no asociadas a ciclones tropicales.
Por su importancia, a manera de guía
familiar, conozca las medidas que se deben cumplir en cada fase:
Fase Informativa
Prepare el bolso o mochila familiar con todos los artículos previstos; proteja ventanas y puertas y los techos de cubierta ligera con sacos de arena o tierra; si vive en un área rural, traslade hacia la losa sanitaria convenida los animales que será necesario sacrificar de urgencia.
Verifique el estado de las vías
de acceso y el lugar de ubicación para la protección (vara en tierra, cuevas,
obras o en casas de familiares y amigos); si es observador voluntario o posee
en su vivienda un Punto de Alerta Temprana, compruebe el sistema de
comunicaciones.
Fase de Alerta
Desinstale y proteja antenas del televisor, paneles solares u otros recursos que puedan verse afectados por la fuerza de los vientos e inundaciones; llene y asegure las tapas de los depósitos de agua ubicados en el techo.
Si se debe proteger fuera de su
vivienda, trasládese en el plazo que indiquen las autoridades; observe
estrictamente las medidas higiénicas y sanitarias; elimine objetos que puedan
favorecer el criadero y proliferación de mosquitos.
Proteja las semillas y cultivos,
al igual que las especies y categorías zootécnicas más sensibles (aves, crías
porcinas, conejos, terneros y otros).
Verifique las condiciones de
seguridad, el estado higiénico, el momento para la ocupación de cuevas, obras,
túneles, vara en tierra y casas refugio; si es observador voluntario o posee en
su vivienda un Punto de Alerta Temprana, realice la observación meteorológica e
hidrológica (niveles de agua), hacia ríos y micropresas cercanos e informe, si
es posible, cada tres horas; realice el desmontaje del sistema fotovoltaico y
protéjalo en lugar alto que no sea afectado por inundaciones, ni por
filtraciones de agua.
Fase Alarma
Evite el movimiento del lugar donde se protege; cierre las entradas de gas, biogás o combustible doméstico que emplee para la cocción de alimentos; no transite por áreas inundadas; no acuda a embalses, ríos y lagunas para pescar o bañarse ni tampoco toque cables eléctricos.
Aléjese de lugares con peligro de
derrumbe o deslizamiento; no salga del lugar donde se encuentra protegida la
familia, aunque después de sentir vientos fuertes sobreviene una calma, y haga
la observación meteorológica e hidrológica (niveles de agua), sin que corra
peligro su integridad física.
Fase Recuperativa
Realice inspección a la vivienda, si existen daños estructurales, pero no entre; solicite ayuda a un especialista, revise las instalaciones de las redes de agua, electricidad y gas antes de activarlas; incremente las medidas higiénicas y sanitarias.
Involucre a los niños en la recuperación y, si es seguro, inclúyalos en
las actividades de limpieza, explíqueles por qué suceden los desastres como el
que han vivido, y lo que pueden hacer para mantenerse a salvo ahora y en el
futuro.
No permita que los niños toquen
cables eléctricos o tomacorrientes que se hayan mojado; no deje que jueguen con
juguetes que han sido contaminados por las aguas de la inundación, sin haber
sido desinfectados; elimine muñecos de trapo y felpa.
Asegúrese de que se bañen, si estuvieron expuestos a las aguas de la
inundación; extreme las medidas en el lavado de vegetales, frutas y alimentos
que se consumen crudos; elimine alimentos contaminados; no defeque al aire
libre, ni cerca de ríos, arroyos y lagunas.
Mantenga bien tapados los
recipientes con basura y alejadoS de los alimentos; asegure agua para el
consumo, hervida y clorada; no transite por áreas inundadas ni acuda a
embalses, ríos o lagunas para pescar o bañarse; no toque cables eléctricos.
Aléjese de lugares con peligro de derrumbe o deslizamiento; si reside en áreas rurales, ayude a la inspección del estado técnico de los corrales y cuartones de los animales.
(Redacción digital. Con información de la ACN. Infografías: Cubadebate)