Para los pequeños talleristas de MiaMar, el estudio de la fotografía se ha vuelto una forma de expresión para sus inquietudes. La más reciente edición de este taller expone sus resultados en la sede del Proyecto de Desarrollo Local Uranga’s Colecciones.
La Habana de Leal es el
nombre de esta muestra, donde puede apreciarse a la ciudad desde las pupilas de
los infantes, quienes, además, realizaron un especial homenaje al “eterno historiador”
de la capital cubana.
Belleza y devoción caracterizan
cada obra fotográfica, completando así el ciclo de creación y entrega.
En estos talleres, de la mano de la fotógrafa Laura Cepero, los
infantes descubren una nueva forma de expresión.
Para ella, en sus encuentros se
mezclan sus dos grandes pasiones: el arte y la psicología.
También pretende que este espacio
sea una zona de transformación para sus talleristas, quienes aprenden valores, mientras
buscan nuevos lugares en la ciudad para fotografiar.
La Habana Vieja abre sus balcones y vitrales para la fantasía que brota
de los corazones de los pequeños fotógrafos.
Maylet Uranga, presidenta del
Proyecto de Desarrollo Local Uranga’s Colecciones, dedicado a la literatura y
otros temas culturales, quedó prendada por el sensible trabajo que, desde el
lente de los pequeños, se puede disfrutar hoy.
Honrar la obra de Eusebio Leal es el objetivo principal de esta muestra que, desde su Habana, dialoga con las nuevas generaciones a través de imágenes y amor. (Redacción digital. Con información de Tribuna de La Habana)