¡Agridulce! Ese es el calificativo que da una imagen lo más cercana posible al panorama que exhibe La Habana en lo concerniente a la disponibilidad y suministro del agua potable a la población y la economía.
Lo bueno y lo malo convergen en una situación contrastante: por un lado, prolongada sequía ha cedido espacio ante las lluvias y la consecuente recuperación de los acuíferos encargados del abasto a la provincia; por otro, el escenario en materia de generación eléctrica se pinta muy tenso, lo cual es ahora el obstáculo fundamental para garantizar la estabilidad del servicio.
La máster e ingeniera Rosaura Socarrás Ordaz, subdirectora de Operaciones de la Empresa Aguas de La Habana, explicó que, de los cuatro acuíferos vinculados a las entregas a la capital, solo mantiene nivel desfavorable Ariguanabo.
Este último, aunque ha experimentado cierta reanimación y mantiene una tendencia al ascenso, todavía sus reservas son insuficientes para desterrar las afectaciones que -en ciclos, horarios o por bajas presiones- viven los habitantes de La Lisa, Marianao y Playa, sobre todo en las zonas altas, territorios hacia los cuales son canalizadas las corrientes de la cuenca.
La especialista aclaró que las cuencas Almendares-Vento, Jaruco y Cuenca Sur, encargadas del suministro a las localidades del centro, este y el sur de la capital, respectivamente, han experimentado crecimientos ostensibles en sus acumulados, con lo cual pueden asegurar la estabilidad del servicio; con excepción de los repartos que, en el este, se abastecen desde Planta de Filtros, con limitaciones a consecuencia del deplorable estado técnico que hoy presenta la instalación.
Sin embargo, el corte de energía eléctrica, la cual es imprescindible para el bombeo. y otros imprevistos (salideros, roturas) traen asociados intermitencias y paros que nada tienen que ver con la falta de agua, y que en algunos lugares, como Aldabó, Alta Habana y otros barrios de Boyeros, enlazados al impulsor ubicado en la Fortuna, son muy acentuados.
Socarrás Ordaz informó que en todos los casos se trabaja para avanzar en la solución de los problemas e ir a prestaciones con una estabilidad superior. Puso por el ejemplo la supresión de salideros para evitar el derroche y al mismo tiempo aumentar las presiones; entrelazamiento de Cuenca Sur con Ariguanabo, a fin de disminuir la sobreexplotación de esta última y acelerar su recuperación, la cual también saldrá favorecida, con los trabajos que las liberan del suministro a San Antonio de los Baños.
La subdirectora de operaciones de Aguas de La Habana hizo público que también se trabaja en el rescate de planta de filtros, y de manera coordinada con las organizaciones básicas eléctricas, de los municipios y la provincia, para, en la medida de lo posible, minimizar los cortes del servicio por interrupciones del suministro de energía.
Explicó, asimismo, que La Habana tuvo momentos con más de 150 mil personas afectados por la sequía, quienes se vieron obligados a recibir el agua por la vía de carros cisternas; hoy, gracias a la recuperación de los embalses, las inversiones y los ajustes operacionales, de unas 50 mil a inicios de año, la cifra se redujo a 30 mil, en estos momentos. (Redacción digital. Con información de Tribuna de La Habana)