Palacio de Convenciones de La Habana, memoria viva de los eventos en Cuba (I)

Si se habla de espacios en Cuba testigos de los mayores acontecimientos en el país, uno de ellos es el Palacio de Convenciones de La Habana (Palco).

Su bautizo no pudo ser más activo, aquel 3 de septiembre de 1979, al acoger la apertura de la VI Conferencia Cumbre del Movimiento de Países No Alineados.

A sus primeros 43 años arriba ahora el emblemático sitio habanero, gestado por idea del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz; Celia Sánchez Manduley, heroína de la Revolución, y los Comandantes de la Revolución Juan Almeida Bosque, Ramiro Valdés Menéndez y Guillermo García Frías.

A más de cuatro décadas de creado, continúa siendo memoria viva de eventos donde se toman y exponen las decisiones más importantes de la vida política, cultural, deportiva, científica, jurídica y económica de Cuba, y es escenario para que países del resto del mundo compartan sus conocimientos con esta nación caribeña.

Del gran coloso habanero que resulta Palco, lo más preciado es su capital humano, pues combina juventud con experiencia para garantizar en sus instalaciones y eventos el confort y orden que los caracteriza.

La primera generación de Palacio

De los 43 septiembres que acumula el Palacio de Convenciones de La Habana, a Zósima López Ruiz le corresponden 41 en su hoja de servicios como organizadora profesional de congresos, desde la etapa inicial de diseño y concepción, hasta su culminación.

Ella cuenta que llegó a finales de 1981 porque la entidad necesitaba de personal graduado en lenguas extranjeras para trabajar como Oficial de Sala en la Conferencia 68 de la Unión Interparlamentaria (UIP).

De su currículo en Palco, confesó que la quinta edición del Congreso Pedagogía 1997 le marcó la vida, por su volumen, magnitud, complejidad en la organización y logística, ya que sobrepasó los seis mil participantes extranjeros.

“Pedagogía 1997 demandó cambios respecto al alojamiento y a la transportación en la capital. En ese período las capacidades reales de ocupación eran inferiores a las actuales, y hubo que desviar hacia hoteles de las afueras de la ciudad a visitantes de Turismo Convencional”, recuerda.

Comentó que el Teatro Karl Marx, con una capacidad de cinco mil personas, no alcanzaba para la inauguración oficial, por lo cual subcontrataron el Círculo Social Obrero Cristino Naranjo (contiguo al teatro), para que, quienes no podían acceder al lugar, presenciaran a través de pantallas la ceremonia, que contó con la presencia de Fidel.

López Ruiz considera a Palco la escuela ideal, si de organización de eventos se trata, y recomienda a las nuevas generaciones de la entidad formarse en la doctrina del saber-hacer para aportar y aplicar herramientas con fundamento científico, como profesionales actualizados, competentes y responsables.

“El Palacio de Convenciones es mi gran casa y escuela formadora, y agradezco a este gran colectivo de trabajadores, con quienes he compartido mi vida, errores y aciertos”, sentenció.

 Clara Jaimes, una vida entera dedicada a Palco

Clara Jaimes vio crecer los cimientos del Palacio de Convenciones de La Habana, cuando en 1978 esa institución apenas existía y ella no alcanzaba aún los 40 años de edad.

Ahora, cuando ya cuenta 84 años de edad, contó a la Agencia Cubana de Noticias cómo ha sido llegar a este aniversario 43 en un lugar líder en la organización de eventos a nivel nacional y regional.

Desde que comenzó sus labores en Palacio, Clara realiza la misma función: “Soy jefa de brigada de limpieza, y en esa plaza atendí en los inicios todos los despachos, junto a cuatro compañeras más”.

“Trabajábamos a la par y, aunque ahora quedamos solo dos para encargarnos de la limpieza de la mitad de la instalación, nos sentimos bien”, agregó.

Para Jaimes, el mayor honor de su paso por Palco es haber trabajado con el Comandante en Jefe y conocer a todos los presidentes del mundo que estuvieron en sus salas.

“Todavía conservo una foto que dice “Para Clarita Jaimes, cariñosamente, Fidel Castro”, y eso para mí tiene un valor increíble”, subrayó.

A los pinos nuevos, Jaimes aconseja honestidad ante todo y poner mucho amor en cada tarea, pues para ella la generación que hoy llena cada rincón del Palacio no solo llega para aportar ideas novedosas, sino que también constituye el relevo de quienes vieron nacer tan emblemático sitio. (Redacción digital. Con información de la ACN. Foto: Eventos en Cuba)

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