La adhesión de los hombres y mujeres del campo al nuevo Código de lasFamilias, que se someterá a referendo popular el domingo próximo, fue subrayada este miércoles en el acto provincial de La Habana por el aniversario 64 del Primer Congreso Campesino en Armas.
En la actividad conmemorativa, presidida
por Roberto Chacón González, miembro del Secretariado de la Asociación Nacional
de Agricultores Pequeños (ANAP) en Cuba, entre otros dirigentes,
representaciones de labriegos de la capital ratificaron la unidad en la defensa
de las conquistas de la Revolución.
La cooperativa de créditos y servicios Arides Estévez Sánchez, Vanguardia Nacional de la ANAP y ubicada en el municipio de Playa, la joven Yudelvy Pérez Toledo, en nombre de los productores, destacó la valentía, la dignidad y el decoro del campesinado, como pilares para, desde las asociaciones de base, proseguir el apoyo al proyecto revolucionario cubano.
Aseveró que, una vez más, se demostrará
mediante el voto la identificación de los anapistas con el nuevo Código de las
Familias, este 25 de septiembre, y a través del incremento de las producciones
de alimentos.
De manos de Chacón González y
Jorge Wilsy Carballo, presidente de la ANAP en La Habana, campesinos destacados
recibieron el Sello Especial José Ramírez Cruz.
Asimismo, se realizó un
reconocimiento a la Brigada Juvenil Campesina de este referente escenario
productivo.
Danilo Mojena Arzuaga, miembro
del Comité Provincial de la ANAP, tuvo a su cargo las conclusiones del acto, en
las cuales realizó un recuento de la significación histórica del Primer Congreso Campesino en Armas, uno de
los antecedentes medulares de la primera Ley de Reforma Agraria.
Aquella reunión, presidida por el entonces Comandante Raúl Castro Ruz,
jefe del Segundo Frente Oriental Frank País, constituyó un instrumento que
coadyuvó al derrocamiento de la tiranía de Fulgencio Batista, causante del
agravamiento de las inhumanas condiciones en que vivían los trabajadores del
campo, sin derecho a la tierra y a la asistencia social.
Con la concurrencia de unos tres
mil delegados, aquel cónclave resultó preludio de las radicales
transformaciones que, con el triunfo revolucionario de 1959, ocurrieron en las
condiciones socioeconómicas de las zonas rurales cubanas.
Mojena Arzuaga se refirió,
además, a los retos presentes del campesinado, como el fortalecimiento de los órganos
de base y los programas de sustitución de importaciones, cuya importancia es
mayor frente al bloqueo económico, comercial
y financiero que Estados Unidos impone a Cuba, condenado por los participantes.
También en este escenario rural
habanero se celebró, con el análisis de unas 40 ponencias, por comisiones, el
XXV Fórum Provincial de Agroecología.
Se trata de soluciones a bancos
de problemas en la agricultura, como antesala del Octavo Encuentro
Internacional de Agroecología, Soberanía Alimentaria, Educación Nutricional y
Cooperativismo, a efectuarse este año.
En el acto se lanzó la convocatoria a realizar un amplio programa de actividades socio-económicas para saludar el aniversario 65 del Primer Congreso Campesino en Armas. (Redacción digital. Con información de Alberto Riesgo Vázquez)