Al cumplirse 22 años de que el Comandante en Jefe Fidel Castro fundara el Programa de los Trabajadores Sociales, representantes de esa sensible labor se dieron cita en el Centro de Convenciones de Cojímar, en La Habana del Este.
En la ceremonia de homenaje a
estos “médicos del alma”, como los llamó
el líder histórico de la Revolución cubana, estuvieron presentes Luis
Antonio Torres y Reinaldo García, primer secretario del Comité Provincial del Partido
Comunista de Cuba (PCC) en La Habana y gobernador en la provincia,
respectivamente, además de Marta Elena Feitó, ministra de Trabajo y Seguridad
Social.
Las máximas direcciones del PCC y
del gobierno de la capital entregaron un reconocimiento especial a los
trabajadores sociales, que recibió Iris Torres, directora provincial de Trabajo
y Seguridad Social, quien insistió en la necesidad de estos profesionales
cuando la sociedad cubana enfrenta nuevos desafíos, ante lo cual deben
representar verdaderos catalizadores para la solución de los problemas.
Feitó destacó que los trabajadores sociales cumplen actualmente un
amplio programa de preparación, pues el trabajo social constituye una ciencia
que debe acompañarse de una adecuada capacitación.
Añadió la estrecha relación entre
el trabajo social y el Código de las Familias, que se someterá el próximo 25 de
septiembre a referendo popular, al ser esta célula básica su ámbito fundamental
de atención.
El acto coincidió con la clausura
del V Taller de Sistematización de Experiencias del Trabajo Social, que se
efectuó desde el 9 de septiembre en el propio Centro de Convenciones.
En la actividad, se premió a los ponentes ganadores del taller,
quienes abordaron la atención a las personas con conducta deambulante, el papel
de los trabajadores sociales desde el barrio, el impacto del programa educativo
para la prevención de las drogas y otros importantes temas.
Fueron condecorados también 10 trabajadores
sociales por su desempeño en el ejercicio de tan noble misión.
Yahima Carratalá, una de las
condecoradas, expresó -en nombre de sus compañeros- el orgullo de llevar
adelante este significativo legado que impulsó Fidel, y mencionó sus múltiples
motivaciones para ayudar a transformar la realidad de la Cuba de hoy.
Consideró estos 22 años del programa como enriquecedor aprendizaje, en
los que se ha demostrado que el trabajador social también salva vidas y
constituye el puño moral de la Revolución, capaz de leer la realidad social
y llegar a cada ciudadano por el sueño de una sociedad mejor.
El 10 de septiembre de 2000, se inauguró el primer curso de Trabajadores Sociales en la Escuela de Cojímar, lo cual constituyó un paso esencial en la lucha por la igualdad y la equidad social en la nación. (Redacción digital. Con Información de la ACN)