Siguiendo el mismo diseño estratégico de los años 60, el actual Gobierno de Estados Unidos sostiene el bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba, el cual niega derechos elementales al pueblo del país caribeño.
A lo largo del tiempo, políticos estadounidenses han insistido en
mantener en sus discursos y en sus acciones esa política de cerco y asfixia.
Es el caso de Jesse Helms y Dan
Burton, Robert Torricelli, Bob Graham, Marco Rubio, Mauricio Clever Carone,
Mario Díaz Balart, Bob Menéndez y otros que visualizan, en el conjunto de las
medidas coercitivas, una forma de dañar sensiblemente la economía cubana e
influir negativamente en el apoyo popular al Gobierno cubano.
Cuando en marzo de 2020 fueron detectados los primeros casos de COVID-19
en Cuba y comenzó a extenderse la pandemia en todo el territorio nacional, ya
pesaban sobre la economía y el pueblo 243 medidas que hasta hoy golpean las
fuentes de ingresos, las operaciones financieras, además de las exportaciones y
el turismo.
Al mismo tiempo, las decisiones
unilaterales de Washington fracturaron las relaciones entre las familias en
Cuba y en el exterior.
Si bien fueron activadas durante
la administración Trump, Biden las ha mantenido de modo inalterable. Una
demostración de que, en Estados Unidos, Partido Demócrata y Partido Republicano
encarnan una misma estrategia hegemónica de dominio imperial.
En el caso de Cuba, a tono con el discurso enunciado desde la Casa
Blanca, que buscó presentar al país como Estado fallido, en las redes digitales
los medios financiados por el Gobierno de Estados Unidos intentaron solapar el
carácter criminal del bloqueo.
A través del análisis de
expertos, testimonios y documentos, este capítulo de la serie audiovisual
Archivo.cu revela por qué esa política unilateral niega derechos a los cubanos.
En video: Un bloqueo que niega derechos:
(Redacción digital. Con información de Cubadebate)