La reciente y muy merecida victoria de la selección de La Habana en la V Liga Nacional Femenina de Fútbol llenó de alegría a los seguidores del más universal de los deportes en la mayor urbe de Cuba, aun cuando las giraldillas hicieron creer firmemente en el triunfo mucho antes del partido final.
El éxito de 3 goles por 1 en el desafío por la medalla de oro ante la escuadra de Santiago de Cuba les sirvió a las futbolistas dirigidas por la carismática dt Elizabeth Cuff para recuperar una corona que no se ceñían desde la segunda versión de esta justa, en su formato de Liga, en 2017.
En 2018, las santiagueras se alzaron con el título, hazaña que repitieron en 2019, cuando las azules terminaron en el quinto peldaño, pues muchas de sus principales figuras estaban en las fi las de la selección nacional, precisamente cuando transcurrían esos días decisivos para la defi nición de los lugares cimeros en aquella IV Liga.
Tal circunstancia –propiciada por un calendario que en defi nitiva hizo coincidir un evento foráneo con las postrimerías del campeonato doméstico– condenó a las capitalinas a esperar tres años para tener opciones de reconquistar el trono, debido a la irrupción de la covid-19, esa epidemia que obligó a poner en pausa a casi la totalidad de la práctica deportiva en el planeta.
Fueron tres años de espera. Durante mucho tiempo el distanciamiento necesario ni siquiera dio margen para entrenar en colectivo, pero el deseo de mantenerse en buena forma física, y el compromiso con asegurar un retorno exitoso, les llevó a prepararse individualmente, aunque con mínimas condiciones.
En abril de 2020, esa actitud quedó evidenciada en entrevista concedida a Tribuna de La Habana por la estelar artillera guanabacoense, Ollancy Arrebato Gaínza. Entonces declaró:
“Cuando todo esto pase, ya contaremos con la ocasión adecuada para volver a la preparación colectiva, pero mientras ese momento llega es importante seguir haciendo algo que nos mantenga activas. Sé que otras compañeras del equipo igualmente se entrenan en solitario”.
Y el esfuerzo de esos largos meses acaba de dar el más dorado de los frutos. Llegó el triunfo labrado por todo el equipo y, en lo individual, “casualmente” Ollancy sobresalió con dos goles en la semifi nal (contra Camagüey) y otras dos anotaciones en la fi nal, ante las indómitas.
Según información proporcionada por el destacado estadístico e historiador del fútbol y el futsal cubanos, Alfonso Moncada, conjuntos habaneros femeninos han sido monarcas en los campeonatos nacionales de 2001, 2002, 2004, 2005, 2006, 2007, 2008, 2009 y 2010. Ya, con la estructura de Liga, reinaron en la primera (2015) y en la segunda (2017)… y justo ahora, en 2022, el trofeo de campeonas volvió a las vitrinas que durante más tiempo lo han guardado. (Tribuna de La Habana)