Durante seis décadas, Estados Unidos ha utilizado la política migratoria como un instrumento de hostilidad hacia Cuba. Tras el triunfo de la Revolución, los sucesivos gobiernos de la nación norteña han manejado, convenientemente, este tema acorde a las diferentes etapas de su relación con la isla caribeña.
Un elemento clave que se ha mantenido desde el año 1959 hasta la actualidad ayuda a entender la politización en torno a este proceso: “el mismo país donde está el principal asentamiento de la emigración de otro país se convierte además en el principal antagónico de su proyecto de nación”, refirió el doctor en Ciencias, Antonio Aja, director del Centro de Estudios Demográficos de la Universidad de La Habana, en entrevista al programa Archivo.cu, de Cubavisión Internacional.
Desde la década de 1960, esta política migratoria de Estados Unidos ha tenido como soporte legal la Ley de Ajuste Cubano. La norma jurídica, única de su tipo en el mundo, constituye un incentivo al éxodo irregular, desordenado e inseguro al brindarle una certeza fundada a los cubanos de que pueden llegar a ese territorio sin importar la vía y regularizar su status.
En contraste con este estímulo permanente, el profesor Antonio Aja llama la atención sobre otro aspecto esencial: “Cuba es prácticamente el único país hasta hoy en el mundo que tiene una relación migratoria con Estados Unidos que traza acuerdos migratorios”.
Sin embargo, en diferentes ocasiones los gobiernos norteamericanos han creado obstáculos para el cumplimiento de las obligaciones asumidas. Por ejemplo, el otorgamiento de las 20 000 visas anuales acordadas para los ciudadanos cubanos que deseen emigrar a ese territorio. ¿Cómo entender, entonces, la existencia de acuerdos migratorios junto con la implementación a su vez de políticas que incentivan estos flujos irregulares?
Para Antonio Aja la respuesta es clara:
“El objetivo de una administración demócrata o republicana en Estados Unidos desde el triunfo de la Revolución cubana siempre ha sido el mismo y va a ser el mismo: cambiar el escenario de la Revolución y desaparecerla por diferentes vías y métodos, no muy diferentes unas y otras, pero ese es el objetivo. Y eso hace que el tema migratorio sea un tema funcional a esa política y que se utilice de una manera u otra”.
En este capítulo de Archivo.cu, los invitados analizan el escenario migratorio entre Cuba y Estados Unidos desde 1959 hasta la actualidad.