Al habanero Dylan Berdayes Ason, lo conocí cuando apenas era un muchacho con más sueños que resultados, pero con tremendo empuje entre los ajedrecistas cubanos de su edad.
Fue en vísperas de su primer
viaje al extranjero, para tomar parte en un torneo en Cali, Colombia, donde
puso en claro su fuerza, sobre todo en las jugadas rápidas.
De ese entonces a acá, ha llovido
mucho. Aquel joven que quería comerse el mundo, aprendió a calmar los nervios en momentos de tensión; tener mayor
visión de cuánto sucede en el tablero y, sobre todo, a no dejarse llevar por engañosas
estratagemas. Así, poco a poco, dejó su marca en diferentes países.
Para Dylan, este año será
inolvidable, no solo por todos los triunfos en diversos torneos en Cuba o
allende fronteras, sino también por el hecho de haber alcanzado en un mismo año
la segunda y la tercera (definitiva esta) norma de Gran Maestro.
Para este joven residente en la barriada de Lawton, del municipio de Diez de
Octubre, constituyen motivos de especial regocijo haber logrado esa última
norma en Cuba y hacerlo tras ganar el grupo élite del XVIII Torneo de Ajedrez
Andrés Clemente Vázquez 2022.
Ahora, tiene por delante el reto
de seguir fortaleciendo su juego para cumplir los sueños de -según comentó a
JIT- tomar parte en el Torneo Carlos Torre, de México, que tendrá lugar en
diciembre.
Ser campeón de Cuba y formar parte de su equipo olímpico son algunos de los sueños que acaricia quien es hoy el cubano número 47 que obtiene el título de Gran Maestro. (Redacción digital. Con información de Tribuna de La Habana. Foto: Cubahora)