Decir que la economía transita por una compleja situación, donde se combinan el recrudecimiento del bloqueo de Estados Unidos, los efectos de la pandemia de COVID-19 y la inflación internacional es lo innegable, pero no resuelve; lo que toca es buscar salidas, innovar y romper el círculo, afirmó este miércoles el presidente Miguel Díaz-Canel.
Al clausurar el X Período Ordinario de Sesiones del Parlamento, rindió
cuenta de su gestión ante el órgano supremo del Estado y aludió al adverso
escenario en que ha desempeñado sus responsabilidades, lo cual no significa
justificación ni queja.
Siento una enorme insatisfacción
por no haber sido capaz de lograr, desde la conducción, los resultados que
necesita el pueblo cubano para alcanzar la anhelada y esperada prosperidad,
pero creo en la dirección colectiva y he actuado y actuaré como se dictó en el
VIII Congreso del Partido Comunista de Cuba (2021), dijo.
Díaz-Canel reconoció que, en los
últimos años, se han producido importantes desequilibrios macroeconómicos, como
resultado de la pérdida de ingresos en divisas, los elevados déficits fiscales,
el incremento de los ingresos de personas naturales sin respaldo productivo, la
parcial dolarización de la economía y la insuficiente respuesta productiva para
generar oferta de bienes y servicios.
Estos desequilibrios -apuntó- se
reflejan principalmente en los niveles de inflación, escasez de oferta y
convertibilidad de la moneda nacional.
Se trata de fenómenos que produjeron el deterioro sustancial del poder
adquisitivo de los ingresos de los trabajadores y pensionados, y de las
condiciones de vida de la población, subrayó Díaz-Canel.
La mejora en el bienestar del
pueblo requiere de la reactivación de las capacidades productivas nacionales y
de la captación de divisas que garanticen el incremento gradual, pero
sostenido, de la oferta de bienes y servicios, lo cual no será posible sin la
corrección dentro de determinados límites de los desequilibrios macroeconómicos
señalados, significó.
Añadió que se requiere continuar
implementando medidas para lograr que la empresa estatal cumpla el rol que le
corresponde, en tanto otras tareas como la atención a vulnerables, subsidios a
personas y no a productos, forman parte del necesario perfeccionamiento de la
sociedad.
Es imprescindible también alcanzar las exportaciones proyectadas en el
plan para poder respaldar las importaciones mínimas que requiere la economía,
en el objetivo de alcanzar los niveles de producción que se planifican y que
constituyen la fuente fundamental del crecimiento de la circulación mercantil
minorista, aseveró.
Remarcó que, en cada visita a los
territorios y en los encuentros con sectores de la sociedad, debe escucharse al
pueblo y actuar en consecuencia.
Para el presidente cubano, la
participación popular es esencial y sin ella no es posible el socialismo, por
lo que se han estimulado mayores niveles de participación en los procesos de
creación normativa en estos años.
Me niego a aceptar la
satanización del socialismo, particularmente en el tema de los derechos
humanos, porque el socialismo por esencia está orientado a conquistar la mayor
justicia social posible, expresó.
Pese a los problemas, dijo, se producen aprendizajes, se alcanza un
crecimiento y se ganan experiencias para rebasar los momentos difíciles con
decisión, con la ecuanimidad necesaria para cada paso y cada acción.
Consideró que también se
multiplica la fuerza y la confianza de la victoria, se tiene una historia
descomunal empujando estos pasos y un pueblo heroico dando y exigiendo paz.
El 2023 debe ser mejor, pero
lograrlo demanda no solo de un plan integral, sino de eliminar el burocratismo,
quitar las trabas y superar la autocomplacencia.
Si aprendimos las más duras lecciones del 2022 podemos disponernos a enfrentar en mejores condiciones el año que estamos cerca de comenzar, concluyó. (Redacción digital. Con información de la ACN)