La bóveda celeste será el escenario en 2023 de eventos astronómicos que siempre impresionan y maravillan a los habitantes de la Tierra, máxime cuando algunos de ellos ocurren cada miles de años o se prevé que sucedan por última vez.
Rareza astronómica: un eclipse solar híbrido
Los eclipses tienen lugar cuando la Tierra, la Luna y el Sol se alinean de manera tal que la luz de nuestra estrella es bloqueada por alguno de los dos cuerpos celestes.
De acuerdo con los expertos los tipos de eclipses solares se clasifican en total, cuando la Luna bloquea completamente el disco solar; anular, el disco lunar bloquea solamente el centro del disco solar y deja el conocido anillo de fuego alrededor; y parcial, la Luna bloquea solo una porción del disco solar.
Pero existe un cuarto tipo, el eclipse solar híbrido, una combinación de los otros tres y el más raro, intrigante y posiblemente el más espectacular e interesante, y que es imposible experimentarlo en todo su esplendor.
Es decir, un eclipse solar se convierte en uno anular y total, esto ocurre debido a que el planeta está curvado, su satélite natural se coloca justo a la distancia correcta del planeta para que el vértice de su sombra en forma de cono esté ligeramente por encima de la superficie terrestre, y esto sucede al principio y al final de la trayectoria del eclipse.
Esta rareza astronómica que ocurre solo pocas veces por siglo, tendrá lugar el próximo 20 de abril.
Los observadores en diversos puntos de la trayectoria del eclipse podrán experimentar diferentes fenómenos.
Por ejemplo, si observa un eclipse solar híbrido al amanecer o al atardecer, es posible que vea un breve anillo de fuego; si lo ve al mediodía, es decir, en el punto medio del camino del eclipse a través de la superficie de la Tierra, experimentará la totalidad.
El previsto para abril pasará de anular a total y viceversa en dos puntos específicos, pero ambos se encuentran en ubicaciones remotas en el mar.
Mientras, se apreciará exclusivamente como un eclipse solar total desde la Península de Exmouth en Australia Occidental (hasta un minuto), Timor Leste (un minuto 14 segundos) y Papúa Occidental (un minuto nueve segundos).
El último híbrido ocurrió el 3 de noviembre de 2013 y fue visible como un eclipse solar total en África central, incluido el norte de Kenia y Uganda, el Congo y la República Democrática del Congo, en tanto las embarcaciones en el Océano Atlántico medio también experimentaron la totalidad, hasta por un minuto.
Según el calendario astronómico, este año también podrán apreciarse otros tres eclipses: un penumbral de Luna el próximo 5 de mayo, un anular de Sol el 14 de octubre y un parcial de Luna el 28 de octubre.
Cuatro superlunas
Como sucede cada año, en este 2023 podrán verse cuatro superlunas, oportunidad en que el satélite natural de la Tierra estará más cerca y se apreciará con mayor tamaño y brillantez.
Cuatro décadas atrás el astrónomo Richard Nolle describió por vez primera el término Superluna como un evento que ocurre cuando una luna llena también está dentro del 90 por ciento de su punto más cercano a la Tierra, es decir, su perigeo.
Según los expertos existen dos tipos de superluna: llena, que se ve en todo su esplendor, ya que se aprecia completamente redonda y un poco más grande de lo normal, y nueva, aquella que no se ve en lo absoluto, pues no refleja la luz solar, pero de todas formas se encuentra muy cerca del planeta.
De acuerdo con la plataforma de observación SeaSky, normalmente la Luna se encuentra a 384 472 kilómetros (km) de la Tierra, distancia que se acorta en noches de superluna, lo que hace que se vea más grande por la cercanía, no porque aumente su tamaño.
Este año se espera que los terrestres podamos apreciar cuatro superlunas en estas fechas: 3 de julio, a 361 934 km de distancia; 1 de agosto (357 530 km), 31 de agosto (357 344 km) y 29 de septiembre (361 552 km).
Los astrónomos prevén que si las condiciones atmosféricas lo permiten podrán verse incluso como Lunas de Sangre, lo cual sucede cuando la cara visible se tiñe de un color cobrizo, rojo o incluso púrpura, como un gran hematoma celeste. Para poder observar este evento aconsejan buscar un lugar despejado, sin mucha contaminación lumínica ni edificaciones que obstaculicen su visualización.
Retorna cometa visto hace 50 000 años
El cometa 2022E3, cuyo paso anterior por la bóveda celeste ocurrió hace 50 000 años, en pleno Paleolítico Superior, se acerca a la Tierra, luego de alcanzar el pasado 12 de enero su perihelio (punto más cercano al Sol), a una distancia de 166 millones de kilómetros.
En un viaje a través del sistema solar interior, el cometa 2022 E3 estará en el perigeo, su punto más cercano a nuestro planeta, justo el 1 de febrero, cuando estará a una distancia de 42 millones de kilómetros, según comunicó la NASA.
Algunos astrónomos sugieren la posibilidad de que, después de esta visita, el cometa sea expulsado permanentemente del Sistema Solar, por lo que quizás sea la última oportunidad de observarlo.
Prevén que pueda ser visto desde el Hemisferio Norte particularmente a inicios de febrero, usando binoculares y telescopios cuando el cielo esté despejado y en condiciones de baja contaminación lumínica.
El 2022E3 fue bautizado así en honor a la instalación del Zwicky Transient Facility, que opera el telescopio Samuel-Oschin del Observatorio Palomar, en San Diego, California, Estados Unidos, lugar donde se detectó por primera vez cruzando cerca de Júpiter en marzo del año pasado.
Los científicos describen a los cometas como una especie de bolas de nieve espaciales formadas por gases congelados, polvo y rocas que orbitan alrededor del Sol.
A medida que se acercan a nuestra estrella, estos objetos son atacados con cantidades cada vez mayores de radiación, liberando gases y escombros.
Este proceso forma una atmósfera brillante alrededor del cometa (conocida por coma) y dos vastas colas de gas y polvo. (Tomado de Cubadebate. Con información de PL)