Como perlas de una Ciudad Maravilla, las fortalezas de La Habana colonial son más un tesoro arquitectónico que una evidencia de real utilidad frente a los ataques que sufrió la que fue, en un tiempo, una de las villas más florecientes de la Corona española en América.
Más allá de muros imponentes,
puentes elevadizos o sistemas de artillería, las fortalezas militares de San
Cristóbal de La Habana guardan una historia social muy poco conocida.
Para aportar luces sobre este tema, ha emprendido una interesante investigación Rosalía Oliva Suárez, historiadora del Gabinete de Arqueología de la
Oficina del historiador de la Ciudad de La Habana, quien recientemente
ofreció una conferencia, abierta al público.
A la izquierda, la Dra. Rosalía Oliva Suárez en la conferencia interactiva. Foto: Reinaldo Santana López. |
El Museo de Arqueología, a la vera del Castillo de la Real Fuerza, fue la sede de la disertación, a la que tuve el privilegio de asistir.
La guarnición de La Habana
durante la dinastía de los Austrias fue el eje de su exposición:
En la época de la primera presencia española en el Nuevo Mundo, La Habana se perfiló pronto como un lugar de paso al continente. Su protección significó, desde mediados del siglo XVI, la seguridad de las flotas de Indias y del sistema de comunicación y abastecimiento entre España y sus posesiones americanas, estableciéndose todo un sistema de defensa, donde la guarnición fue un pilar, puntualiza Oliva Suárez, doctora en Gestión y Preservación del Patrimonio.
Añadió la experta que San Cristóbal de La Habana dejó de ser entonces una villa más de la isla de Cuba para convertirse, a finales del siglo XVI, en la llave del Nuevo Mundo, una ciudad portuaria y, al mismo tiempo, un baluarte de la Corona española.
La historiografía -especifica- ha
tratado sobre las fortificaciones construidas en los siglos XVI y XVII en el
litoral habanero, los ingenieros militares y el armamento utilizado en la
época. Sin embargo, ha sido poco visibilizado el papel de los soldados dentro
del engranaje social, como componentes de la vida cotidiana de la ciudad.
Precisamente, la reconstrucción
de la vida militar en La Habana en el período de 1540 a 1700, la composición
social de la guarnición, la vida de esta dentro de la villa-ciudad, la cultura
material (soldados) y la vida de la soldadesca son ahora objetivos a investigar.
La conferencia recién presentada fue un primer acercamiento al tema, momento en el cual fueron mostrados el marco metodológico y las líneas de investigación que se desarrollarán por la historiadora en los dos próximos años.
De su disertación, lo que más me
atrajo fue conocer la fuente principal de la que se ha servido la especialista:
los testamentos de quienes conformaron las guarniciones.
Seguiremos al tanto, de la mano de la Dra. Oliva Suárez, para acercarnos más al alma del capitalino Sistema de Fortificaciones, declarado en 1982, junto a La Habana Vieja en su conjunto, Patrimonio de la Humanidad. (Francis Norniella Yaujar. Imágenes: cortesía de la entrevistada)