Portuarios a batalla final de Liga Élite del Béisbol Cubano


Llegó el final. Luego de cumplirse tres meses exactos de la inauguración de la primera Liga Élite del Béisbol Cubano, donde se tuvo que recorrer un camino largo lleno de obstáculos y vicisitudes que muchas veces entorpecieron su normal funcionamiento, es la hora de definir un campeón.

Hasta aquí han llegado los dos equipos que, sin dudas, han sido los mejores del torneo, después de una cruenta batalla sobre la grama donde nunca, bajo ninguna circunstancia, arriaron la bandera de sus barcos por grande que fuera la ventaja de sus contrarios.

Agricultores y Portuarios, con sus nombres impopulares y en medio de un torneo que no fue bien acogido por los aficionados por múltiples motivos, enamoraron a sus fieles a la hora de recoger los bates; con su entrega y rivalidad, lograron llenar los graderíos y salvar algo de la reputación de esta liga que tendrá que mejorar en muchos aspectos, si quiere sobrevivir en la próxima temporada.

Los Centauros de Carlos Martí, luego de dominar a plenitud la fase clasificatoria y llegar a este playoff final con el cartel de favoritos, encontraron una férrea resistencia en los Guerreros de Michael González, quienes fueron capaces, contra todo pronóstico, de batirlos en par de ocasiones en su ruedo del estadio Mártires de Barbados y arrinconarlos en San José de Las Lajas, al poner la serie 3-1 a su favor.

A golpe de hachas, los orientales lograron vencer dos veces consecutivas y, si triunfan este domingo, estarían firmando una actuación que ningún otro conjunto ha hecho en la historia de nuestros campeonatos domésticos, al remontar una desventaja como esa en un playoff final.

No será fácil contra un rival como Portuarios, un equipo que ha ganado fieles por toda la isla con su actuar sobre el terreno, con una nómina que no asusta en el papel, pero que entra en estado de gracia con una honda capaz de derribar gigantes, como ya hicieron en los pleitos de la etapa semifinal.

Muy pocos apostaron por estos guerreros provenientes de las filas de Industriales y Mayabeque en la Serie Nacional, cuando pasaron la mayor parte de la campaña en el último lugar de la tabla de posiciones, pero la confianza que depositó en ellos su timonel, la unidad que fue capaz de crear en este conjunto, y la garra que le supo sacar en momentos claves, hicieron posible esta hazaña.

Nunca permitieron que se arriara de su palo mayor la bandera azul y roja y demostraron que no hay enemigo pequeño cuando la motivación y la entrega embriagan a los atletas en el campo de juego, y por eso están aquí, listos para la batalla final.

Ambas escuadras merecen el privilegio de alzar el trofeo de campeones y enfilar la proa de su barco hacia las costas de la Gran Caracas, para enfrentar a otros siete elencos campeones de sus ligas invernales profesionales en busca del título en la Serie del Caribe. La última palabra se dice este domingo. (Redacción digital. Con información de Tribuna de La Habana)

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