Desde la fascinación de escudriñar en una buena novela, Las lectoras del Quijote figura entre las más demandadas por el público asistente a la XXXI Feria Internacional del Libro de La Habana, que concluye este domingo sus actividades en la capital de Cuba, para extenderse durante un mes por el resto del país antillano.
Gracias al universo creador de la escritora
colombiana Alejandra Jaramillo, los gigantes de la época de aquella agresiva
conquista y traumática colonia -comienzos del siglo XVII- son vencidos por la
amistad entre dos mujeres de mundos diferentes y los molinos, movidos por la
fuerza del viento femenino.
En la Bogotá naciente de esa etapa colonizadora
se mueve la pluma de Jaramillo, quien debuta con estas lectoras en el género de
novela histórica.
La obra que viajó hasta la fiesta literaria de La
Habana, celebrada cada febrero, está protagonizada por la española Inés y
Suánika, una indígena muisca.
Se trata de un pueblo amerindio que desde el
siglo VI a.n.e. ha habitado en el sur del departamento de Santander, en el
centro de Colombia, y en el altiplano cundiboyacense, zona de tierras
encumbradas y de planicies, en la cordillera oriental de los Andes.
La región se ubica entre los departamentos
colombianos de Cundinamarca y Boyacá, de ahí el gentilicio.
Dentro de todo ese escenario se mueve esta
fantástica aventura literaria, en una ciudad dominada por hombres, codicias e
intrigas, contexto en el cual ambas protagonistas se refugian en un libro que
llenará de libertad su existencia y, finalmente, las unirá.
La autora cuenta en su haber con varias novelas,
entre ellas, Acaso la muerte (2006), La ciudad sitiada (2014), Magnolias para
una infiel y Mandala, ambas de 2017.
Esta última, tan querida y compleja a la vez,
según las palabras de Jaramillo, es un texto inspirado en Rayuela, del escritor
argentino Julio Cortazár.
Centrada en una narrativa única, cuenta la vida
de una mujer, también del pueblo muisca, contenido que acompaña a la creadora
en varias de sus producciones.
Otros son los géneros explorados también por esta
bogotana, como la literatura infantil y la crítica literaria.
Docente en la Universidad Nacional de Colombia y
con una maestría en escritura creativa, esta entusiasta dama de letras rescata
con esmero la gran cosmogonía de los ancestros americanos, con la entrega de
una apasionante narración, agotada en la feria cubana desde su inicio. (Redacción digital. Con información de PL)