Conferencias magistrales, rosas blancas y un reconocimiento al humanismo, la obra política y literaria de José Martí (La Habana, 1853-1895) fueron parte del homenaje realizado al Apóstol cubano en la Gran Logia Masónica de Colombia.
Javier Caamaño, embajador de Cuba en ese país, representantes
del Movimiento Colombiano de Solidaridad con Cuba, de la Asociación de Cubanos
en Colombia y de la Gran Logia ofrecieron un tributo a Martí, en el 170
aniversario de su natalicio.
Pablo Guadarrama, historiador, filósofo e intelectual cubano, compartió una mirada al pensamiento martiano en torno a la unidad de Nuestra América.
Recordó que el Apóstol avizoró la fuerza imperial
de Estados Unidos que comenzaba su poder hegemónico, mostraba su carácter
expansionista y acechaba a las Antillas con la intención de dominar toda la
región.
Destacó que Martí, además de esa alerta ante la
amenaza del imperialismo, llamó a la lucha por la independencia contra el
colonialismo europeo y por la unión y la soberanía entre los pueblos
latinoamericanos.
“Ni con galos ni con celtas tenemos que hacer en
nuestra América, sino con criollos y con indios”, citó Guadarrama, al referirse
al pensamiento martiano sobre la unidad que consideraba había de construirse
con los pueblos originarios, y los que se formaban en todo el proceso de
transculturación del continente.
El prócer cubano planteó una tarea imposible para
muchos e inalcanzable hoy para algunos escépticos, subrayó el autor de textos
como José Martí y el humanismo en América Latina, Cultura y educación en
tiempos de globalización posmoderna, entre otros.
Pero, dijo, lo que vemos en la reciente Cumbre de
la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, los intentos por
restablecer la Comunidad Andina de Naciones, la Unión de Naciones
Suramericanas, el ALBA, Mercorur o Caricom, reflejan que la unidad por la cual
luchó es posible.
Luis Bernardo Díaz, presidente de la Casa de
Boyacá de Solidaridad con Cuba y director de Maestría de Derechos Humanos de la
Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, disertó acerca de Martí como
jurista.
Resaltó que el más universal de los cubanos fue
el más preclaro de los grandes hombres de las luchas por la independencia de lo
que se considera la Patria Grande (desde el Río Bravo hasta la Patagonia) y
como hombre de leyes quiso concretar con su acción ese concepto.
En su obra, se pueden encontrar ideas rectoras,
como las que abogan por la igualdad de todos, que plasmó en su frase “yo quiero
que la ley primera de nuestra República sea el culto de los cubanos a la
divinidad plena del hombre”, señaló.
José Ignacio Mejía, gran secretario de la Logia, destacó
la grandeza de Martí en ámbitos como la literatura, al ser un precursor del
Modernismo, su humanismo y lucha por la unidad latinoamericana. (Prensa
Latina)