Cuba superó convincentemente a Taipéi de China, siete carreras por una, en el estadio Intercontinental de Taichung, para obtener su segunda victoria en el Clásico Mundial de Béisbol y soñar en grande con la segunda fase.
Ahora son variadas sus posibilidades, teniendo en cuenta que necesitaba ganar, y lo hizo, así como permitir el menor número de carreras posible, y también lo cumplió (solo una, en el noveno capítulo).
Las carreras de Cuba
El equipo cubano abrió impetuoso en el mismo primer inning, cuando produjo cuatro carreras. Las dos primeras llegaron gracias a doblete a la hora buena de Alfredo Despaigne, con Yoan Moncada, en segunda, y Luis Robert, en primera.
Luego, Eriebel Arruebarruena amplió la ventaja al despachar jonrón, para poner el choque 4-0, cómodo marcador que le dió confianza al abridor cubano Elián Leyva.
La quinta de los discípulos de Armando Johnson llegó en el segundo capítulo por intermedio de indiscutibles de Yadir Drake y Yadil Mujica.
También en en esa entrada, Moncada disparó cuadrangular, para anotar la sexta del juego.
La séptima de Cuba entró en el cuarto inning. Drake conectó doblete al jardín izquierdo y luego fue impulsado desde segunda por un cañonazo de Roel Santos.
Detalles madero en ristre
La ofensiva cubana produjo en el partido trece indiscutibles, siete de ellos concretados en los dos primeros episodios.
A propósito, Yadir Drake implantó récord de imparables consecutivos para peloteros cubanos en los Clásicos Mundiales, con 6. Ante Panamá pegó de 4-4 y este sábado ante Taipéi compiló de 4-2 y una anotada.
Drake rompió la marca del matancero Yoandy Garlobo, quien en 2006 dió cinco hits en línea.
El picheo cubano solo permite una carrera
Contra Taipéi, un equipo que había bateado en el Clásico (367), siendo el de mayor ofensiva del grupo A, Cuba demostró un hermético pitcheo que maniató la batería asiática.
Elián Leyva abrió el choque. Al primer hombre que enfrentó lo ponchó. En dos y un tercio de innings no permitió carreras y solo le pegaron un jit, regaló un boleto y dio cuatro ponches. Durante el encuentro presentó un calambre en su mano de lanzar.
Su sustituto fue Luis Miguel Romero, quien había ganado el juego contra Panamá (13-4). Ahora, contra Taipéi nuevamente exhibió un excelente control. Trabajó dos y dos tercios, en los que solo le conectaron un jit, ponchó a tres y no dio base por bolas. Fue el ganador del choque. Ya tiene dos victorias en el Clásico.
Onelkis García lanzó el sexto y séptimo capítulos. Liván Moinelo entró en el octavo y Raydel tiró el noveno, en el que le hicieron una carrera y permitió dos indiscutibles.
Solo cuatro jits espaciados toleró el picheo cubano, dos de ellos producidos por el mismo jugador taipeyano, el receptor Kungkuan Gijeglijaw.
Los lanzadores cubanos otorgaron 12 ponches.
Cuba produjo siete carreras, trece jits y no pifió, mientras que Taipéi cometió un error, conectó solo cuatro imparables e hizo una carrera.