La fructífera gira oriental que realizó el equipo Industriales en estas dos últimas semanas ha vuelto a despertar las esperanzas clasificatorias, después de dormitar durante varias jornadas en el foso de la tabla de posiciones de la 62 Serie Nacional de Beisbol.
Cuatro victorias en cinco presentaciones versus los Indios de Guantánamo y balance de 3-2 contra los siempre peligrosos Leñadores de Las Tunas, es un resultado beneficioso para cualquier equipo, sobre todo después de protagonizar el peor arranque de su historia.
El regreso al timón de mando de Guillermo Carmona después de sus complicaciones post operatorias y la concentración de su sustituto Alexander Malleta en sus funciones de entrenador de bateo, rindió frutos en el campo de juego.
En ese periplo, un equipo que había permitido 55 carreras más de las que había anotado, pisó el home 62 veces y sus contrarios apenas 36, se cambiaron roles en el montículo que dieron resultados y algunos serpentineros novatos demostraron que no les pesaba el uniforme azul.
Todas las estadísticas colectivas mejoraron, incluyendo el bateo con hombres en las almohadillas, fisura por donde se habían escapado algunos partidos; y en apenas unas jornadas los felinos de la capital espantaron los demonios que los atacaban y volvieron a ser una tropa respetada por sus rivales.
Sin embargo, cuando el calendario está llegando a la mitad de su fase clasificatoria, una pregunta está en boca de todos sus seguidores: ¿hay tiempo aún para ubicarse entre los ocho primeros y conseguir el boleto a la postemporada?
Por supuesto que mientras existan probabilidades matemáticas la llama de la esperanza estará ardiendo sobre la grama, pero siendo objetivos, para alcanzar esa meta tendrán que suceder muchas cosas de ahora en adelante, incluso algunas que van más allá de sus propios deseos.
Vencer en alrededor del 65% de los desafíos que restan es toda una hazaña en un torneo donde su principal característica es la paridad entre los que intervienen en ella, y donde de un plumazo algunas de sus principales figuras se pueden ir a otras ligas foráneas a defender los colores de otras chamarretas.
Ya sucedió con un relevista de experiencia como Elder Nodal (Italia), con Pavel Hernández (México), que aunque no ha tenido una buena campaña es el líder de la rotación de pitcheo, y según se anunció en conferencia de prensa esta semana con los directivos de este deporte, existe la posibilidad de contratación de Andy Vargas, ahora mismo la mejor carta de triunfo en el box de los azules.
Los fieles van a seguir apoyando hasta el último out porque no son pocas las veces que este equipo se ha levantado del fango contra todo pronóstico para arrebatarle el pase a los playoffs a alguno de sus contrarios. Esta historia no ha terminado. Nos vemos en el estadio. (Tribuna de La Habana)