Dentro de ese patrimonio material e inmaterial que conserva La Habana, es su música un elemento a destacar. La ciudad viva tiene sus propios sonidos, el día a día convulso y cultural la hacen una urbe singular.
“Esa memoria puede ser muy activa, de tradiciones que son propias del universo musical cubano. Por eso tenemos una línea de producción musical donde hemos incluido discos que son homenaje a grandes figuras de la música, como Ernesto Lecuona, Sindo Garay, a las grandes canciones amatorias de otros siglos; a temáticas relacionadas con la vida musical cubana, que son —de alguna manera— acervos patrimoniales”, explica Magda Resik Aguirre, directora de Comunicación de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana (OHCH).
En esa banda sonora que acompaña a la ciudad, la música antigua y clásica ha conservado su espacio dentro del gusto popular. Se debe, en parte, a la labor de promoción cultural que mantiene desde hace décadas la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana en sus diversas salas de concierto.
Transitando por la conocida calle de la Obra Pía, al llegar a la intersección con la de Aguiar, nos encontramos con el Lyceum Mozartiano de La Habana. Fundado en enero del 2009 con el auspicio de la institución habanera, la Fundación Mozarteum de Salzburgo (Austria) y el Instituto Superior de Arte, este espacio ha reflejado la música clásica europea en el entorno social de la Habana Vieja.
La institución es epicentro de la enseñanza de la música de concierto y en particular de la obra de Wolfgang Amadeus Mozart, de la corriente clásica europea y/o los compositores cubanos; también organiza debates teóricos a cargo de los principales exponentes actuales, talleres e intercambios con la comunidad, y es además el lugar a donde asistir regularmente a escuchar buena música, esa que deleita los oídos y endulza el alma.
Foto: Taissé del Valle Valdés / Facebook
Uno de los conciertos se hace eterno en la nueva entrega de la discográfica La Ceiba. Mozart en La Habana (Vol. 2) fue producido con un propósito particular: homenajear a La Habana y al doctor Eusebio Leal, “con el cual vamos a estar en deuda eternamente”, comentó el maestro Ulises Hernández, director del Lyceum, en entrevista exclusiva para Habana Radio.
“En el primer volumen recogimos en tres DVDs las sonatas completas de Mozart y las acompañamos de imágenes del centro histórico de La Habana, a la que el doctor dedicó tanto tiempo para salvarla, protegerla, cuidarla y conservarla. Esta vez pensamos cómo volver a homenajear a este importante hombre de la cultura, quien también fundó el centro que yo dirijo. Ahí fue que salió la idea de hacer el segundo volumen, donde esta vez ya no eran las sonatas, sino un grupo de importantes conciertos escritos por este compositor”, confesó el músico.
Otra de las particularidades de este segundo volumen es que toma como escenario el del Oratorio San Felipe Neri, lugar que ha acogido este proyecto de divulgación cultural durante años.
“El primer disco no fue grabado en el Oratorio San Felipe Neri, sino en distintas salas de concierto de La Habana. Además, ahora todo está interpretado por la orquesta sinfónica del Lyceum Mozartiano de La Habana, fundada por el doctor Eusebio Leal. Siempre pensamos que lo vería en vivo; no pudo ser, pero estuvo al tanto del proyecto de este segundo volumen de Mozart en La Habana, en el que la orquesta que él propició y el centro que él fundó lo homenajean a él, a La Habana y también, de alguna manera, a los pobladores, a nuestro público y a todo el que quiera disfrutar de este trabajo”.
El repertorio de ese concierto llevado a material audiovisual encierra sorpresas. “En este DVD el público va a encontrar el único concierto para clarinete que escribió Mozart, conocido como uno de los segundos movimientos más bellos del compositor en cuanto a lirismo y melodía, e interpretado magistralmente por Arístides Porto (Pacho) — como tenemos esta sinergia con la Universidad de las Artes, todos los que estamos en el DVD somos estudiantes y profesores—. Tenemos también a un estudiante de mi clase, el pianista Harold Merino Bonet, que toca el concierto no. 23, uno de los más conocidos de Mozart, con un segundo movimiento muy bello; un concierto que el público ama de manera especial.
Tenemos a Víctor Díaz Hurtado, tocando el concierto no. 21, en do mayor, uno de los más conocidos y virtuosos conciertos. Hemos escogido hitos en este DVD para poder hacer un aporte a nuestra discografía y al placer de los oyentes, algo que le va muy bien al espíritu de este joven que aboga por un gran pianismo. Se encuentra, además, el concierto no. 9, en mi bemol mayor, interpretado por mí; un concierto bellísimo, que no se había estrenado antes en Cuba, perteneciente a la etapa de juventud de Mozart, lleno de sus inquietudes como compositor, con mucho lirismo y muchas cadencias improvisadas.
Además de las obras antes mencionadas, el DVD se complementa con un pequeño documental sobre la figura del doctor Eusebio Leal. En ese material “decimos por qué dedicamos esto a La Habana y cada uno de los intérpretes cuenta su historia; incluimos también, por supuesto, a José Antonio Méndez, director de la orquesta sinfónica del Lyceum”, añadió el maestro Hernández.
La energía que provoca disfrutar de la música en vivo, con sus acordes, con los ruidos propios de la presencia del público y su convivencia con los artistas en escena, también imprimen singularidad a este DVD.
“No es un concierto grabado en estudio, tiene las virtudes y los defectos de un concierto en vivo, pero al final quedamos muy satisfechos…Producir algo siempre es muy complejo, sobre todo cuando tenemos necesidades de mucho tipo. Por supuesto que existían muchos retos. Primero, teníamos que dedicar todo el tiempo que requerían los ensayos y el montaje del concierto. Hablamos de una orquesta que prácticamente se estrenaba — se había fundado en 2016— y que se enfrentaba por primera vez a un trabajo audiovisual tan grande como fue el ensayo de cuatro conciertos diferentes. Luego, hacer esos conciertos en dos días porque toda la música no cabía en un solo concierto. Eso nos permitió perfeccionar aspectos técnicos relacionados con la microfonía necesaria para recoger bien el trabajo de la orquesta sinfónica, la preparación para el piano, cómo poder usar distintas cámaras sin que molestaran al público, etcétera…Desde el punto de vista artístico-técnico fueron estos los principales retos que desafiamos. Creo que se logró muy bien”- presume, con satisfacción, el maestro Ulises Hernández.
La experiencia vivida y la riqueza de la música para el alma nos hace pensar en la posibilidad de regalarle a La Habana otro disco de Mozart. “Yo pienso que sí. Hay muchísima música de Mozart que podemos usar para varios discos más”, enfatizó Ulises Hernández.
La creación del proyecto audiovisual Mozart en La Habana (vol 2) resultó un homenaje a La Habana pero también la posibilidad de aunar esfuerzos entre el sello discográfico La Ceiba, el Lyceum Mozartiano de La Habana y Producciones Colibrí; instituciones de carácter patrimonial y cultural que defienden lo mejor de la cultura cubana. (Habana Radio)