Folklórico Nacional: aciertos en La Habana de un estandarte cultural

Folklórico Nacional: pasos certeros de un estandarte cultural cubano

La recién finalizada temporada del Conjunto Folklórico Nacional de Cuba (CFNC) en la Sala Avellaneda del Teatro Nacional, en La Habana, dejó saldos positivos para artistas y público, a partir de lo diverso del programa presentado.

Durante las presentaciones, fue defendido un programa exigente en cuanto a dificultades técnicas, que sacó a los bailarines de su zona de confort para demostrar sus amplias posibilidades.

Las obras de los maestros Santiago Alfonso y Francisco “Pancho” González acercaron a la sexagenaria compañía folclórica a la danza contemporánea, vinculando motivos yorubas y populares con movimientos y proyecciones más estilizadas.

Fue así que la enigmática Olokun fue interpretada con cargadas, figuras y complejidades propias del estilo del Premio Nacional de Danza 2006, quien, además, regresó con un singular Danzón Barroco, danzado solo por hombres que, en número de nueve, también supieron corresponder a las exigencias técnicas.

Folklórico Nacional: pasos certeros de un estandarte cultural cubano

De Pancho González (Premio Nacional de Televisión 2007), la formación músico-danzaria se valió para halagar a Luis Carbonell en el centenario de su natalicio.

Ave María la Rumba demostró una vez más que ese género tan cubano y popular brilla igual cuando se ejecuta desde otra mirada, gracias a los danzantes que respondieron de manera coherente a la creación y lograron el resultado esperado por el público.

El fin de semana del CFNC en la popular sala fue también para revisitar al Premio Nacional de Danza 2017 Manolo Micler, quien fue su director por más de dos décadas.

Del prolífico creador cubano, fueron retomadas siete coreografías con la limpieza y calidad que también ha regresado a la compañía en los últimos tiempos.

Las palmas para la maestra Julia Fernández González, regisseur del CFNC, por la puesta en escena presentada, y para el equipo de profesionales de la emblemática agrupación, que supo sortear contratiempos técnicos imperceptibles por el público y llevar a la escena un programa de calidad, con el respeto que merecen público, escena y compañía.

Vale destacar el trabajo de los maestros Miriam Izquierdo, Keyla Galarraga y Yosiel Vega, quienes asumieron la conducción del taller de verano, que tuvo sus acciones finales en el lobby de la sala, con una demostración de los conocimientos adquiridos durante estas semanas de preparación.

La compañía, que ahora lidera el primer bailarín y coreógrafo Leiván García, sigue dando pasos certeros en su empeño de mantenerse como estandarte de la cultura popular cubana.

Ahora comenzará la preparación para presentarse en el Festival de Danzas Folclóricas Olorum, que organizan el maestro Reinaldo Echemendía y el Ballet Folclórico de Camagüey. (Digna Rosa Pérez Morejón)

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