El octavo mes del año es el segundo del período intraestival
o canícula en Cuba y uno de los dos que menos precipitación aporta a la etapa
lluviosa en el país.
En agosto, las
precipitaciones son relativamente escasas, debido a la influencia del
Anticiclón del Atlántico Norte (sistema impactante en el clima y sus
patrones), aunque ocurren chubascos y tormentas eléctricas, principalmente
durante la tarde y primeras horas de la noche, generalmente asociados al
calentamiento diurno y al paso de sistemas de la zona tropical, como ondas y bajas
tropicales.
En su más reciente boletín, citado por la Agencia Cubana de Noticias, el Centro del Clima del Instituto de Meteorología de Cuba advirtió que en agosto comienza a incrementarse la actividad ciclónica sobre el país, aunque la frecuencia de afectación de los huracanes es solo la mitad de la de septiembre. (Redacción digital)