El 21 de septiembre de 1958, aconteció en Soledad de Mayarí, en esa región oriental cubana, el Congreso Campesinos en Armas, que puso en práctica aspectos claves del programa humanista del Moncada, suscrito por Fidel Castro.
La cita estuvo dirigida por el entonces Comandante Raúl
Castro, jefe del Segundo Frente Oriental, y contó con la participación de
líderes agrarios, como José Ramírez Cruz, y más de un centenar de campesinos de
zonas y localidades liberadas por el Ejército Rebelde, que combatía en las montañas
contra las fuerzas del dictador Fulgencio Batista.
Entre los objetivos esenciales de aquel encuentro estuvo la
unidad en un frente común de lucha para derrotar la tiranía batistiana; apoyar
al Ejército Rebelde, con el 10 por ciento de las cosechas acordado entonces y
con la creación de un programa coherente de acción.
EL HITO DE LA PRIMERA LEY DE REFORMA AGRARIA
Aquel congreso constituyó
antecedente elemental de la Primera Ley de Reforma Agraria, firmada por Fidel el
17 de mayo de 1959, con la naciente Revolución que dignificó al campesino en
todos los ámbitos de la vida.
A 65 años del Congreso Campesino en Armas, el campesinado
asume frentes elementales en la sociedad, gracias a su dignificación y
emancipación sociales de los trabajadores del campo y sus familiares en todos
los ámbitos de la vida.
En este contexto, los miembros de la Anap asumen grandes
retos como la creación de bases sostenibles hacia la soberanía alimentaria, al
disponer de más del 70 por ciento de las tierras del país.
Al respecto, es
imperioso cumplir con el deber número uno: elevar la producción sustentable de
alimentos.
Objetivos fundamentales son, asimismo, incidir en bajar
precios (hoy inflacionarios), a partir de la mayor gestión y más altos
rendimientos, la innovación tecnológica, la aplicación de la ciencia, entre otros
frentes.
Ocupa a la membresía de la Anap, además, la consecuente salvaguarda de las tradiciones, como parte esencial de la identidad de una nación a la que se defiende con las armas de la ideología, las de fuego (si es invadida la patria) y las de la producción de bienes y servicios. (Alberto Riesgo Vázquez)