El Gobierno cubano anunció este miércoles un grupo de medidas dirigidas a revertir, a partir de 2024, la compleja situación económica del país, que permitan fortalecer el rol de los actores económicos, incrementar la producción y exportación de bienes y servicios, captar divisas y redimensionar el mercado cambiario.
En medio del recrudecido bloqueo de Estados Unidos y del impacto del
escenario internacional, el país tiene que abrirse paso y poner fin a fenómenos
y distorsiones que afectan a la población y la economía, insistió Manuel
Marrero Cruz, primer ministro de la República, en el segundo período ordinario
de sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento) en su X
legislatura.
Ante el General de Ejército
Raúl Castro, líder de la Revolución cubana, y Miguel Díaz-Canel, presidente de
la República, el jefe de Gobierno hizo un amplio análisis de los
incumplimientos y deficiencias en sectores y actividades que han originado una
insatisfacción en el seno de la población y de la dirección del país, y que,
por tanto, requieren soluciones inmediatas a todos los niveles.
Bajo el principio de que los recursos más seguros son los que seamos
capaces de producir —y para eso hay que trabajar más y bien—, anunció el
paquete de medidas, las cuales “no tendrán un impacto inmediato”, y algunas
pueden ser susceptibles a fuertes críticas; pero compartió la convicción de que
es el camino correcto para mejorar la situación actual.
A tono con la necesidad
de incrementar los ingresos en divisas, se trabajará en recuperar los flujos de
remesas, la implementación de un nuevo mecanismo de asignación y gestión de la
liquidez para todos los actores económicos, y la utilización de nuevos medios de
pagos o tarjetas en divisas a las que se les aplicarán incentivos con vistas a
la compra de bienes y servicios, y que se podrán recargar desde el exterior o
en efectivo.
Además, se ejecutarán
acciones dirigidas a que las formas de gestión no estatal realicen sus
importaciones con pagos desde Cuba y no desde el exterior; y se desarrollarán
procesos negociadores con proveedores para el abastecimiento estable de
mercancías.
Se potenciará el comercio
electrónico con pagos desde el exterior, garantizando un esquema que asegure a
los productores el acceso a las divisas necesarias para reaprovisionarse y
producir de manera sostenible.
Como parte de la estrategia, se buscará aumentar la participación de la
inversión extranjera, priorizando la producción de alimentos y la
transformación de la matriz energética.
Otras medidas estarán
encaminadas a promover negocios que contribuyan a recuperar la industria
azucarera e incrementar los rendimientos agrícolas, lograr un balance de
alimentos —a nivel municipal— con una mayor presencia en la canasta familiar
normada de los producidos en el país, e incentivar la compensación de
importaciones con exportaciones.
Marrero informó que se
estimulará la importación de materias primas, en aras de favorecer las producciones
nacionales, especialmente las agropecuarias y de alimentos en general, a la vez
que desestimule la importación de productos terminados.
Con este fin, se reducirá
para todos los actores económicos, en un 50 por ciento, el pago de los aranceles
por las importaciones de materias primas y bienes intermedios, y se
incrementarán las tarifas arancelarias a la importación de algunos productos
listos para la venta que son producidos en el país, tales como tabacos,
cigarros, rones, cervezas y entre otros.
Los precios minoristas y mayoristas de los combustibles serán
actualizados y, para ello, se tomará como referencia el precio de venta en la
región y aplicando la tasa del mercado cambiario oficial.
Se habilitará una red de
servicentros, de cara a la captación de divisas provenientes del turismo
internacional; en tanto el impuesto que se recaude en CUP se aportará al
Presupuesto del Estado y tributará al financiamiento de los gastos sociales.
Otras decisiones
consisten en el incremento de la tarifa eléctrica en el sector residencial en 25
por ciento para los altos consumidores —a partir de los 500 kilowatt— como
mecanismo de contención de la demanda (el 94 por ciento del consumo de los
hogares se concentra en el rango de hasta 300 kilowatt).
También se incrementarán
las tarifas de transportación de pasajeros, y de abasto de agua no metrada —de
7 a 21,24 pesos— con el fin de estimular el ahorro en la población.
Aumentarán los precios de los cigarros y los tabacos, así como también del
gas licuado (el cilindro de 10 kilogramos pasará de 180 a 225 pesos y el de 45
kg, de 810 a mil 014 pesos).
Se prorrogarán las
exenciones arancelarias a la importación de alimentos y aseo por las personas
naturales, se crearán las condiciones que permitan sostenibilidad de la oferta
en el sistema de tiendas en divisas, con precios competitivos y, con ello, el
mejoramiento en las tiendas en moneda nacional.
Serán actualizados los
valores referenciales de las viviendas para aplicar los impuestos asociados a
las compraventas de estos bienes entre personas naturales, y regulación de su
pago al momento de formalizar la transmisión.
En cuanto a los actores
económicos, el propósito es avanzar en la transformación integral de la empresa
estatal socialista y en la creación de mini, pequeñas y medianas empresas (mipymes)
estatales, así como también promover la constitución de empresas mixtas entre
entidades estatales y mipymes privadas.
Respecto al sector no estatal, destacó que se emitirán nuevas normas
jurídicas para continuar avanzando en su conducción y alineación a los
objetivos estratégicos, y se actualizarán las actividades no autorizadas a
realizar.
Descuella, igualmente, la
descentralización del proceso de aprobación de los nuevos actores económicos
hacia los municipios y la creación del instituto para su atención.
El primer ministro reconoció que, en 2023, se trabajó en el país en un escenario de economía de guerra, con las complejidades que ello implica. (Tomado de la Agencia Cubana de Noticias)