Tras reconocer que en 2023 Cuba vivió un escenario de economía de guerra, con las complejidades que ello implica, Manuel Marrero, primer ministro de la República, pasó revista de manera crítica a la economía nacional.
Marrero, miembro del Buró
Político del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (CCPCC), intervino en
el segundo período ordinario de sesiones de la Asamblea Nacional del Poder
Popular (Parlamento), en su X legislatura.
El primer ministro se
refirió a la compleja situación del país, derivada de un bloqueo recrudecido,
que sí hace daño al pueblo.
“(…) pero no estamos sentados
esperando que lo quiten, debemos buscar soluciones propias a los problemas”,
remarcó.
Ante el General de
Ejército Raúl Castro, líder de la Revolución cubana, y Miguel Díaz-Canel, primer
secretario del CCPCC y presidente de la República, Marrero explicó que se
agudizaron distorsiones que violan la institucionalidad y regulaciones del
país, sin que conlleve un riesgo jurídico administrativo, fiscal o penal para
los infractores.
Que los organismos
globales no articulen adecuadamente sus capacidades y funciones de autoridad
central, con la implantación de políticas, planes y actividades sobre los
sectores de la economía y los servicios, resultan de los factores que impactan
en la gestión de Gobierno, reconoció el primer ministro, en declaraciones que reproduce
la Agencia Cubana de Noticias.
Comentó que no se avanza en el cumplimiento del principio de subsidiar
a las personas que lo requieran y no a los productos; y no se incrementa de
forma sostenible la producción nacional ni se fomentan negocios entre los
diferentes actores económicos para el uso de las capacidades ociosas o con bajo
nivel de explotación.
La producción
agroindustrial y, en particular, de alimentos, no logra los niveles necesarios
que den respuesta a las necesidades de la población y del país, y persisten
deficiencias en el control de las tierras y en el proceso de contratación con
las formas productivas no estatales, que son mayoritarias en la producción
agrícola, señaló el dirigente.
Marrero criticó que el
plan anual de la economía y el presupuesto del Estado no se proyectan en
correspondencia con las capacidades, potencialidades y necesidades de
desarrollo del país y se planifican gastos que no son el resultado de la
generación de riquezas y la productividad del trabajo ni del funcionamiento
eficiente de los sectores productivos.
Hemos enfrentado la crisis económica y el resto de los conflictos
globales que inciden en el comercio internacional, añadió, y reconoció la
insatisfacción de no haber avanzado en disminuir los impactos de fenómenos
internos.
Existen problemas subjetivos e insuficiencias propias que afectan la capacidad de cumplir programas y objetivos, cuestiones que deben ser enfrentadas en 2024, subrayó. (Redacción digital)