La Universidad Tecnológica de La Habana José Antonio Echeverría (Cujae), entregó este viernes a 397 jóvenes los títulos de egresados de esa casa de altos estudios, en distintas ramas de la ingeniería y la arquitectura.
Jorge Luis Broche Lorenzo, miembro del Secretariado del
Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC) y jefe del Departamento de
Atención al Sector Social, asistió a la ceremonia, realizada en el teatro Karl
Marx, abierto especialmente para la ocasión, pues continúa cerrado para el
público por obras de restauración.
También estuvieron presentes Luis Antonio Torres Iríbar,
primer secretario del Comité Provincial del PCC en La Habana; Mayra Arevich
Marín, ministra de Comunicaciones, y Walter Baluja García, ministro de
Educación Superior, entre otras autoridades.
El acto estuvo
dedicado al aniversario 65 del triunfo de la Revolución cubana y al 60 de la
fundación de la Cujae, que se celebrará en diciembre próximo, a la vez que
ratificó el orgullo de la comunidad universitaria por portar el nombre del
destacado líder estudiantil y revolucionario José Antonio Echeverría Bianchi
(1932-1957).
Como parte de la ceremonia de graduación, se hizo entrega de
reconocimientos especiales a dirigentes destacados, al mérito científico, a los
títulos de Oro, a estudiantes de gran participación en la vida interna de la
Federación Estudiantil Universitaria y a los más integrales de las diferentes
carreras, como Automática, Eléctrica, Industrial, Informática, Hidráulica,
Civil, Arquitectura y Geofísica, entre otras.
El graduado más
integral, Yoan Reyes Vilan, al hacer uso de la palabra, recordó los
desafíos impuestos por la pandemia de la COVID-19, y cómo obligó a trasladar
las dinámicas del curso al escenario digital, donde les tocó crecerse ante las
dificultades para llegar a la meta.
A pesar del contexto adverso, subrayó, lidiaron como
estudiantes con los aciertos y desaciertos de la educación a distancia; no
faltaron la inventiva y alternativa de los profesores en función de que el
aprendizaje no se detuviera a causa del confinamiento, afirmó.
Martha Dunia Delgado
Dapena, rectora del centro, destacó que encontraron espacios en las llamadas Zonas
Rojas (de alto riesgo) de en los hospitales, en las salas de aislamiento, en
los vacunatorios, los Sistemas de Atención a la Familia y en las distintas
tareas asumidas por los jóvenes para contribuir a la batalla de todos contra la
enfermedad y por el futuro.
Explicó que este es solo el primer eslabón de una vida en la
que retribuirán a la sociedad mediante el aporte al desarrollo socioeconómico
de la nación, en un contexto donde el ejercicio profesional será lastrado por
los embates de un bloqueo recrudecido y de la inclusión injusta, arbitraria y unilateral
de Cuba en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo.
Todo ello complejiza el desempeño laboral, que tendrá que
ser complementado con mayor esfuerzo e inteligencia para vencer los problemas,
advirtió Delgado Dapena.
Los graduados se forjaron en condiciones excepcionales que influyen en un carácter marcado por cualidades como la solidaridad, el compañerismo, el esfuerzo y el compromiso con el tiempo presente, con el pueblo y con la patria, añadió. (Con información de la ACN)