A la ceremonia inaugural, presidida por el Comandante en Jefe Fidel Castro, asiste también Leonid I. Brezhnev, primer secretario del Partido
Comunista de la Unión Soviética, entonces de visita oficial en Cuba.
Por la importancia de aquel acontecimiento, Radio Ciudad reproduce un artículo del sitio www.lalenin.com, que reseña los sucesos acaecidos en tan memorable jornada en las instalaciones de lo que fue luego, y es hoy, el Instituto Preuniversitario Vocacional de Ciencias Exactas Vladimir Ilich Lenin:
El 31 de enero de 1974,
en el marco de la visita oficial y amistosa a Cuba de Leonid I. Brezhnev, secretario
general de Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética, se
inaugura oficialmente la Escuela Vocacional Vladímir Ilich Lenin.
A las 5:50 de la tarde
(17:00 hora local), arribaron el área de la escuela, en auto descapotado y de
pie, Brezhnev y Fidel, al tiempo que los alumnos, formados en filas a lo largo
de la principal vía de acceso y concentrados en los diversos pisos de los
bloques, coreaban vivas al dirigente soviético, a la gran patria de Lenin y a
la amistad cubano-soviética, mientras la banda rítmica del plantel interpretaba
la marcha Rusia Amiga.
A la entrada del moderno
centro de enseñanza fueron recibidos por el doctor Osvaldo Dorticós, presidente
de la Republica; Belarmino Castilla, Viceprimer Ministro para la Educación, la
Ciencia y la Cultura; José Ramón Machado Ventura, primer secretario del Partido
en la Habana; José Ramón Fernández, Ministro de Educación; y Francisco Chávez, director
de la escuela Lenin.
INICIO DEL RECORRIDO
El primer lugar visitado fue el salón donde se exhibe la maqueta del centro, ante el cual el director Chávez ofreció una explicación general sobre las características y condiciones de la escuela, donde se combina el estudio con el trabajo industrial y agrario; luego pasaron a la sala donde se mostraba una exposición grafica de Lenin y diferentes aspectos de la vida en la Unión Soviética.
Minutos después, los
distinguidos visitantes irrumpieron en el Circulo de Interés de Física Nuclear,
que presentan un grupo de alumnos del decimotercer grado, y donde el estudiante
Luis García informó a Brezhnev y a sus acompañantes sobre este círculo de
interés, los conocimientos que en él recibían los alumnos y el uso que se le
daba a los distintos medios que allí se exhibían.
Acto seguido, fue
visitado el Centro de Cálculo del plantel, que funciona con computadoras
ensambladas en la propia escuela por los Durante el recorrido por los albergues
de las muchachas, Fidel y Brezhnev dialogaron con las estudiantes, ocasión en
que el dirigente soviético elogió el distintivo de la escuela que ostentan los
estudiantes en sus vistosos uniformes azules.
Luego de transitar los
largos pasillos del centro, Brezhnev se trasladó a una de las tres piscinas, en
la que un grupo de alumnos jugaba polo acuático y otro practicaba natación.
Minutos más tarde, vieron
en el área de gimnasia a jóvenes que se entrenaban en gimnasia artística y
baloncesto. Otro lugar visitado fue el cine con capacidad para 450 personas.
Entre las decenas de
secciones visitadas, figuró también el Museo de Ciencias Naturales -montado por
la Academia de Ciencias de Cuba-, donde los alumnos José A. Miro y Jorge
Villareal, de séptimo grado, explicaron las características de las distintas
especies expuestas allí.
En el taller de
ensamblaje de radios receptores marca Agrícola –en que laboran los alumnos como
parte de la concepción pedagógica que combina el estudio con el trabajo-,
Brezhnev y sus acompañantes pudieron apreciar la forma en que los estudiantes
realizaban sus actividades productivas.
En este taller se
ensamblan actualmente más de 100 radios anuales, destinados, como explicó Fidel
a Brezhnev, a la población campesina. En nombre los alumnos y trabajadores de
la escuela, le fue obsequiado al líder soviético un radio acabado de salir de
la línea de ensamblaje.
El recorrido por la
escuela concluyó en el taller de ensamblaje de computadoras digitales 201-B
–destinadas a la industria azucarera, ferrocarriles y otras ramas de la
economía nacional-. Las particularidades de este equipo y la participación de
los alumnos en su producción fueron explicadas por Luis Carrasco, director del
Centro de Investigaciones Digitales.
Dedicatoria de Brezhnev en el libro de visitantes al terminar su recorrido:
La visita a su magnífica escuela, que lleva el nombre del gran Lenin, convence cada vez más qué profundos y radiantes son los cambios que la revolución introdujo en la vida del pueblo cubano, especialmente en la de su joven generación a la cual pertenece el futuro.
Toda la cultura de vanguardia, todos los conocimientos contemporáneos, los pone el socialismo al servicio de los intereses populares. Estoy seguro que los graduados de la escuela Lenin van a ser dignos seguidores de la causa de sus padres y madres, y multiplicarán las conquistas socialistas de su magnífica patria.
De todo corazón les deseo a ustedes, queridos amigos, pleno éxito en la grande y noble causa de la educación popular.
ACTO POLÍTICO CULTURAL
Concluido el recorrido,
los visitantes se trasladaron a la tribuna situada en la explanada que se
extiende por el frente de la escuela. El nombre de Lenin y su frase “No
es posible imaginarse el ideal de una sociedad futura sin la conjugación de la
enseñanza con el trabajo productivo de la nueva generación”, presidían
el escenario del acto político-cultural.
Puestos de pie, miles de
alumnos de la “Lenin” y de otros centros escolares de la provincia La Habana,
profesores e invitados especiales saludaron con fuerte aplausos la presencia de
Fidel, Brezhnev y demás dirigentes soviéticos y cubanos.
Los himnos nacionales de
Cuba y la URSS precedieron a los discursos de Fidel Castro y Leonid I.
Brezhnev, que, al igual que las demás incidencias de la inauguración, fueron
transmitidas por televisión, vía satélite, al pueblo soviético.
Después de las intervenciones
del primer secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y del
Secretario General del Comité Central del Partido Comunista de la Unión
Soviética, se desarrolló un acto cultural realizado por los estudiantes.
El programa de este acto
se realizó, siguiendo la línea lógica de internacionalismo y solidaridad con
los pueblos hermanos en que se educa nuestra juventud.
Para ello, ensayaron
febrilmente cantos y danzas de América Latina y de la Unión Soviética. La ya
aplaudida banda rítmica de la escuela Lenin tuvo un papel relevante en esta
preparación.
Se inició con la
representación de la nueva escuela. Con cantos y bailes, mostraron su vida
cotidiana, en que se combinan para ellos armoniosamente el estudio y el
trabajo.
La fiesta campesina
cubana estuvo representada alegremente por los estudiantes con un conjunto de
danzas que interpretó el “guateque”, típico baile nacional guajiro, el zapateo
cubano, la guajira, el punto cubano y el son.
Del folclor
latinoamericano, fueron interpretados varios números musicales, como ¡Hemos
dicho Basta!, y varias danzas latinoamericanas: el carnavalito de
Bolivia, la cueca de Chile y el tamborcito de Panamá, entre otras.
La música cubana volvió a
escucharse, y se vieron de nuevo danzas típicas, de una de las vertientes de que
se nutre nuestra música: la africana.
Y cuando concluyó con el
ciclo congo, con el vigor y el colorido que caracteriza esta música y danzas,
los jóvenes aficionados interpretaron cantos cotidianos en sus faenas laborales
o el descanso.
En el cuadro final del
espectáculo, desarrollado por los estudiantes de la Escuela Vocacional Lenin y
de otros centros estudiantiles de La Habana, los muchachos de uno y otro sexos
irrumpieron en el gran escenario montado el pie del edifico central del plantel,
vistiendo trajes típicos de la URSS y entonando las populares canciones
soviéticas Katiush y Grande es mi patria natal, ¡en
ruso!, y presentando un baile típico del hermano país socialista, ante lo cual
los invitados soviéticos no ocultaron su emoción y aprobación, mediante fuertes
aplausos y el tarareo de la música interpretada por los alumnos, un inesperado
reconocimiento al esfuerzo de los jóvenes que habían dedicado varios días a
ensayar los números, y que ahora ofrecían, con el mayor entusiasmo, la muestra
de su arte a los amigos de Cuba.
La actividad concluyó de manera emotiva y hermosa, cuando todos los alumnos que actuaron en el programa artístico entonaron la Marcha del 26 de Julio, y acto seguido irrumpió en el espacio una lluvia de fuegos artificiales en colores que ofrecía un bello espectáculo. (Redacción digital. Fuente: Proyecto Retornos. Multimedia II, 2007)