Luis Morlote Rivas, quien se desempeñaba desde 2019 como presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), fue promovido a funcionario de la estructura auxiliar del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (CCPCC) para la labor ideológica.
La promoción fue
informada por Rogelio Polanco Fuentes, miembro del Secretariado del CCPCC y
jefe del Departamento Ideológico, al Consejo Nacional de la Uneac, que se
celebró en La Habana.
Polanco Fuentes exaltó el trabajo de Morlote Rivas, también
como presidente de la Asociación Hermanos Saíz, y por su prestigio como creador
de la radio y la televisión.
La designación responde a la política de cuadros aprobada en
el VIII Congreso del PCC, con la cual no se debilitará el funcionamiento de la
vanguardia artístico-literaria cubana, aseguró.
En consecuencia,
asumirá la presidencia de la Uneac hasta el X Congreso de la organización -previsto
para efectuarse a mediados de este año, cuando se elegirá una nueva dirección-
la musicóloga Martha Bonet de la Cruz, quien ocupaba anteriormente el cargo de
vicepresidenta primera.
La periodista Magda Resik Aguirre es la nueva vicepresidenta
primera de la organización, mientras que Lesbia Vent Dumois asume como vicepresidenta,
añade un despacho de la Agencia Cubana de Noticias.
De la gestión de Morlote Rivas al frente de la Uneac, un
intelectual de la talla de Miguel Barnet Lanza, Presidente de Honor de esa
organización, refirió que encontró en él a un aliado y a un genuino heredero
para conducir el quehacer cultural del país.
Resaltó su capacidad de liderazgo y de organización en medio
de las complejidades socioeconómicas.
Bonet de la Cruz, primera mujer en ser presidenta de la
Uneac, señaló que el compromiso es alto y manifestó que no cesará el trabajo
emprendido desde el IX Congreso de esta organización.
La familia que
continúa en esta labor es la creada por Morlote y tendrá la misión de hacer el
X Congreso como merecen la patria y la Revolución, aseguró.
Para Morlote Rivas, pertenecer a la Uneac es defender el
derecho a las utopías desde el trabajo infatigable en equipo que no debe
cambiar, sino que es preciso que se fortalezca para el beneficio de la cultura.
Una de las obras más hermosas de la Revolución es su movimiento artístico por el compromiso, la entrega y la vocación de servicio social de sus miembros, apuntó. (Redacción digital)