La microempresa AKI, de La Habana, es uno de los actores económicos que apuestan por contribuir, desde un rol activo, al desarrollo de Cuba.
Sus líneas de trabajo están dirigidas a apoyar, con soluciones
tecnológicas, renglones tan cruciales para la vida del país, como el transporte
y la agricultura.
William Guilarte Álvarez,
ingeniero en Telecomunicaciones, explicó que el proyecto empezó bajo la
designación de Trabajadores por Cuenta Propia, con un taller de
electrónica donde se reparaban mayormente equipos de computación, televisión y
lo relacionado con la especialidad.
Foto: ACN. |
Describió que, cuando salió la convocatoria de las primeras micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes), identificaron una gran oportunidad para constituirse como tal y tratar de resolver muchos problemas tecnológicos que presentan las entidades estatales, al igual que las particulares, en un inicio muy vinculados al tema de la climatización de locales.
Acotó que, debido a
ciertas facilidades otorgadas a los particulares para la adquisición de
tecnologías y maquinarias (no siempre sujetas a las restricciones impuestas por
el bloqueo de Estados Unidos contra Cuba), se dieron a tarea de poner en
funcionamiento, desde el apartado de infraestructura
y tecnología, algunas fábricas estatales que estaban detenidas, con
perspectivas de dar un paso de avance para reparar y producir en las mismas
fábricas a las que prestan servicios.
En sus declaraciones a la
Agencia Cubana de Noticias, agregó:
Ya no solo estamos enfocados en la parte de electrónica, pues ampliamos a una serie de servicios multifacéticos, que incluyen clima, software (programa de computación) y desarrollo, en función de las necesidades que detectan las empresas.
Foto: ACN. |
Subrayó que esto los ha llevado a establecer vínculos y proyectos con los ministerios de Transporte y de la Agricultura, principalmente orientados a la agricultura de precisión y la transportación inteligente, entre otros aspectos.
Acerca del primer tema,
reconoció que, aunque todavía no se ha establecido una colaboración en firme, buscan
una solución factible para el campesinado, con necesidad de sensores
inteligentes, regadíos automáticos e instrumentos tecnológicos diseñados para
producir más y elevar el rendimiento de los suelos.
Argumentó que, gracias a esas alternativas, se podría
lograr la siembra de algunos cultivos durante todo el año, lo cual contribuiría
a mayor disponibilidad de los alimentos y al abaratamiento de los costos.
EN EL ÁREA DEL TRANSPORTE
Destacó que, con el transporte,
trabajan en función de la viabilidad a la que está llamado el sector.
Han presentado proyectos enfilados
en instalar 50 puntos de carga en La Habana para motos eléctricas, con
capacidad cada uno para cuatro motos, a fin de que esos vehículos puedan recorrer
más kilómetros sin la preocupación de quedarse sin carga.
Se encuentran, además, en función de iniciativas como la instalación de
semáforos inteligentes, la informatización para el control de flotas, estudios
de logísticas y un tema que constituyó en su momento el centro de su tesis: el
control y seguridad de los pasos a nivel, aseguró.
Esto último consiste en
un sistema que notifica al maquinista si hay algún problema técnico en la vía, e
indica a los vehículos la existencia de algún desperfecto en el tren, mediante
el empleo de internet y la inteligencia artificial, lo cual ayuda a prevenir
accidentes con un esquema de protección integral. (Redacción digital. Foto de portada: red social X)
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RSL