Por muy avanzada que esté en el mundo la ciencia farmacológica y existan nuevas generaciones de viejos medicamentos en las farmacias, no sería sensato despreciar “el botiquín de la abuela”.
El ser humano, a lo largo
de su historia, ha usado las plantas para crear muchísimos remedios, a los que
la modernidad no resta eficacia y suelen
ser, en ciertas circunstancias, buenos suplentes para una medicina que se nos
terminó, que no se encuentra en el mercado o alguno de cuyos componentes no nos
conviene.
En ese caso, acudir directamente
a la flora, consumiéndola como remedios naturales que sustituyan o acompañen a
la medicina alopática, es aconsejable, siempre que conozcamos los efectos
secundarios, los adversos y las interacciones que puedan tener las plantas que
elijamos, ya sean flores, hojas, tallos, raíces o semillas.
Hay medicamentos de la
farmacia naturista cuyo origen es tan antiguo que ya resulta desconocido, pero
no es el caso de la llamada Agua del Carmen o carmelicana,
un licor herbal creado en 1611 por los monjes carmelitas en un monasterio del
Monte Carmelo, en Jerusalén.
La revisitada orientación
hacia las terapias naturales y tradicionales reconoce utilidad al Agua
del Carmen en el tratamiento de “los nervios”, el insomnio y varios
padecimientos digestivos.
Su uso, a través del
tiempo, ha demostrado la validez de la fórmula, de la que hoy se emplean
variantes, pero el conjunto general de sus ingredientes es este:
·
Melissa
Oficinalis o Hierba de Melisa
·
Hierba
Luisa
·
Raíz de
Angélica
·
Limón
·
Clavo
·
Nuez
Moscada
·
Romero
·
Cilantro
·
Manzanilla
·
Tilo
Algunas variantes
incluyen mejorana, valeriana, pasiflora, tomillo, hisopo, bergamota (planta
peligrosa por las reacciones alérgicas que puede desencadenar en personas con
sensibilidad a ella), etc., de manera que la fórmula puede ser adaptada por
cada persona, de acuerdo con sus necesidades.
El video que proponemos a
continuación es, quizá, la manera más tradicional de preparar el Agua del Carmen, además de explicar muy
claramente el modo de obtención del licor, que es por maceración, los tipos de
alcoholes que pueden emplearse, las proporciones de los ingredientes y la dosis
recomendada para tomar este remedio natural. Tiene, además, la ventaja de que
las plantas que en él se utilizan existen en Cuba.
A continuación, algunos de los efectos benéficos de la fórmula que ofrece este video ofrecido por YouTube en su canal Trucos naturales (https://www.youtube.com/watch?v=yg2uUq3jjqw), así como también varias recomendaciones pertinentes:
Melissa
También conocida como
toronjil y toronjil de olor. Calma los nervios gracias al ácido rosmarínico que
contienen sus hojas, el cual aumenta la actividad de los neurotransmisores,
proporcionando sensación de relajación y calma.
Acompañada de otras
plantas medicinales relajantes, como la manzanilla, puede aumentar su
efectividad, ayudando a descansar mejor y a reducir los posibles problemas
digestivos derivados del estrés.
Combate el exceso de
gases intestinales, posee propiedades antiespasmódicas y carminativas, favorece
la reducción de los espasmos que pueden contraer en exceso el intestino, y
ayuda a la expulsión de los gases del sistema digestivo, aliviando cólicos o la
hinchazón abdominal.
Protege el sistema
digestivo gracias a sus propiedades antiinflamatorias y antibacterianas, y puede
ser, junto a la manzanilla, un buen aliado contra la irritación. También
combate las náuseas, vómitos y dolor de estómago. potenciada.
OJO: La hierba de Melisa no debe ser usada por embarazadas,
lactantes, alcohólicos ni hipotiroideos, porque puede, en este último caso,
disminuir y hasta detener la producción de la hormona tiroidea TSH. Y debe ser
usada con precaución en pacientes con patologías hepáticas y renales.
Hierba Luisa
Tiene propiedades
digestivas. Alivia síntomas de malestar estomacal, gases y cólicos; y
antibacterianas. Combate el mal aliento y aumenta la producción de glóbulos
blancos. Tiene propiedades antinflamatorias y alivia dolores y molestias leves.
También posee cualidades antioxidantes, antiespasmódicas y relajantes.
Clavo
Puede ayudar a aliviar
síntomas de gripe y resfriado, como el dolor de cabeza, los escalofríos y la
fiebre, ya que es un antiséptico, antipirético y analgésico natural. Es
beneficioso para el sistema digestivo.
Nuez moscada (https://mejorconsalud.as.com/beneficios-nuez-moscada-segun-ciencia/)
Tiene propiedades
analgésicas, antinflamatorias y antioxidantes. Combate la hiperlipidemia, la
hiperglucemia, el daño al tejido cardíaco y la hepatotoxicidad. Pero es muy
peligrosa en altas dosis por su alto nivel de toxicidad. Fijarse que en el
video solo se emplea una mínima rayadura de una nuez.
Semillas de cilantro
Ayuda a prevenir la
diabetes, combate las flatulencias, alivia los cólicos, neutraliza el mal
aliento, protege la salud cerebral, alivia y disminuye dolores artríticos,
fortalece el sistema inmune y tiene propiedades antioxidantes. Favorece la
salud gástrica.
Raíz de angélica
Tiene efectos positivos
contra la artritis y actúa como remedio para otros problemas que afectan a la
salud articular. También actúa sobre los dolores propios de la menopausia,
modificando los niveles de serotonina. Otras propiedades: antifúngica,
estomacal, analgésica, antipirética o antiinflamatoria.
Valeriana
Se utiliza como sedante
nervioso, en malestares como dolor de cabeza, ansiedad, insomnio, colon
irritable, cólicos gastrointestinales, asma y trastornos asociados a la
menopausia. Es un sedante y antidepresivo natural. Ayuda a eliminar los
síntomas de la ansiedad y facilita el descanso natural. Posee propiedades
antiinflamatorias y analgésicas.
Paciflora
Permite calmar el
nerviosismo y favorece un sueño reparador. Presenta acción hipnótico-sedante y
depresora del sistema nervioso por lo que se utiliza en el caso de malestar
asociado a estados de ansiedad e intranquilidad, hiperexcitabilidad e insomnio
de origen nervioso, generalmente en combinación con otras drogas sedantes.
Flor de Azahar
Ayuda en el tratamiento
de problemas estomacales como la digestión pesada y lenta, las náuseas, los
vómitos o la diarrea. Debido a su alto contenido en hierro y potasio ayuda a
combatir también los problemas de anemia.
Mejorana
La infusión de mejorana
tiene propiedades sedantes, por lo que es recomendado beberla en casos de
problemas de insomnio, ansiedad o nerviosismo. Posee propiedades sedantes y
relajantes; también propiedades antinflamatorias y antioxidantes, Mejora la
digestión por su efecto antiespasmódico y actúa además sobre las vías
urinarias. Ayuda en afecciones respiratorias, es útil en la regulación hormonal
y tiene uso tópico en la piel.
Romero
Disminuyen las
flatulencias y cólicos. Facilita la expulsión de la bilis retenida en la
vesícula biliar. Tiene Efecto diurético como la cola de caballo, y también
antiinflamatorio, antiulcerogénico y antioxidante. Posee efecto antibactericida,
antiséptico, fungicida y balsámico. Además, efecto rubefaciente y cicatrizante,
y aumenta el flujo de sangre en la zona localizada aliviando dolores de
afectaciones osteomusculares. Especialmente indicado en los siguientes casos:
• Dispepsias y síntomas asociados: aerofagia, sensación de
plenitud gástrica, flatulencias, espasmos abdominales.
• Anorexia.
• Afectaciones biliares: dispepsia biliar, litiasis biliar o
colelitiasis.
• Dismenorrea.
• Cefaleas.
• Afectaciones bucofaríngeas: faringitis y estomatitis.
• Afectaciones dérmicas: dermatitis o lesiones cutáneas.
Sobre las propiedades de
la manzanilla, el tilo y el anís no es necesario que nos extendamos, pues eran
plantas medicinales muy utilizadas en España siglos antes de que Colón pisara
esta isla, por lo que los cubanos las conocemos perfectamente.
La proporción en que los
ingredientes básicos del Agua del Carmen deben ser usados está tratada en el
video, pero la agrego aquí por si acaso fallara el mecanismo de reproducción:
• 200 g de hojas de melisa.
• 40 g de corteza fresca de limón.
• 10 g de nuez moscada.
• 10 g de clavo de olor.
• 10 g de semillas de coriandro (cilantro).
• 10 g de raíz de angélica.
• 1000 ml de alcohol de 80º (o aguardiente purísimo)
• 500 ml de agua.
DOSIS
El Agua del Carmen puede
administrarse añadida a una infusión, o con agua azucarada, o directamente
añadiendo unas gotas del producto en un terrón de azúcar. La dosis normal es de
2 a 3 cucharaditas (cada cucharadita contiene 5 ml) diluidas en una infusión
(de tila, manzanilla, etc.) o en agua azucarada, administrada de 2 a 4 veces al
día. La fórmula industrial dura unos cinco años.
Para la fórmula casera no
he encontrado fecha de vencimiento, pero yo no la usaría más allá de uno o dos
meses.
Una última observación, y
la dirijo a las personas que no profesan ninguna creencia religiosa y se
consideran ateas o agnósticas: no se priven de usar el Agua del Carmen por considerarla un producto de creencias o
supersticiones.
No se debe olvidar que
los sacerdotes de casi todas las religiones que en el mundo han sido y siguen
siendo, se han empleado a fondo en el conocimiento de la herboristería, y los
monjes católicos no han sido una excepción, por lo que el conocimiento de las
pantas, sus beneficios y efectos nunca les han sido ajenos, y aunque la
medicina natural y tradicional no puede curar muchas afecciones que solo
resultan tratables con medicamentos y procedimientos alópatas, no es menos
cierto que las plantas han servido siempre al ser humano para tratar muchas
dolencias tanto suyas como de los animales que ha domesticado.
Solo pondré un pequeño
ejemplo: el wisky fue creado en un monasterio de Irlanda poco después del siglo
V —época en que aquella isla fue cristianizada por san Patricio—, por monjes
que décadas antes habían sido druidas. Lo llamaban acuavitae, traducido como
agua de vida, pues era un brebaje que almacenaban en barricas en las bodegas de
sus monasterios para beber algunos tragos cuando la fatiga los atenazaba tras
sus penosas labores agrícolas o sus fatigosas sesiones de oración y largos
ayunos (y de paso se ponían muy alegres). ¿Dejaría usted de paladear un buen
wisky porque haya sido inventado en un monasterio primitivo?
Y también, como ya he
explicado en este artículo, no debe verse al Agua del Carmen y a otros muchos
remedios naturales, como un invento de la nueva era, que tan mala prensa ha
tenido. Si se decide a probarla, olvide cualquier prejuicio y concéntrese en no
excederse a la hora de medir las cantidades indicadas en la fórmula para cada
uno de sus ingredientes y respete las dosis recomendadas.
Los prejuicios contra la
medicina natural y tradicional no hacen más que restringir las posibilidades de
alivio de los humanos y los animales, privándolos de usar muchas sustancias que
pueden ser eficaces colaboradoras del recetario del médico moderno. (Dina Picart Baluja. Imagen de portada: Tribuna de La Habana)
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