La Federación de Mujeres
Cubanas (FMC), de más de tres millones 244 mil miembros, desarrolla en La Habana desde este jueves su XI congreso, para
revitalizar el funcionamiento y ratificar el compromiso con el proyecto
revolucionario.
Unas 300 delegadas, en representación
de todas las provincias, participan en la cita de dos días, escenario que mostrará la unidad de las féminas
ante los retos actuales de Cuba.
El Palacio de
Convenciones de La Habana, en el oeste de la capital del país, acoge el principal
foro de la organización, para evaluar los resultados del trabajo durante los
últimos cinco años, resaltar sus logros y puntualizar desafíos, sobre todo los derivados del bloqueo económico, comercial y
financiero impuesto a la nación caribeña por Estados Unidos desde hace más de
60 años.
Esta edición del congreso se dedica al legado del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz; a Vilma Espín Guillois, “eterna presidenta” de la FMC; a Mariana Grajales Cuello, a 130 años de su muerte, y al aniversario 65 de la Revolución.
La cita busca propiciar
un debate crítico, respetuoso y profundo sobre temas ligados al desarrollo
socioeconómico de la nación y de interés para el sector, como la incorporación de
la mujer a la producción agrícola, al empleo en el sector privado, el embarazo en
la adolescencia y la violencia contra las féminas y en el ámbito intrafamiliar.
Durante el congreso, se enaltecerá la labor de prevención y atención que desempeñan las trabajadoras sociales, voluntarias en las diversas delegaciones que existen en el país, además del papel de las féminas con cargos directivos en delegaciones de base, con énfasis en las jóvenes.
En el importante foro, las delegadas delinearán las proyecciones de trabajo para los próximos cinco años y elegirán a los miembros del nuevo Secretariado Nacional de la que constituye una de las mayores organizaciones de masas de Cuba.
Como antesala del evento, la FMC ha desarrollado sus asambleas municipales y provinciales, así como también sus plenos nacionales, encuentros en los que analizaron en torno a la marcha del Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres, política gubernamental que fomenta el desarrollo de las féminas y prioriza el avance hacia el logro de la equidad de género, la justicia social y en contra de todas las manifestaciones de discriminación.
Surgida el 23 de agosto de 1960 en los albores de la Revolución, la Federación de Mujeres Cubanas posibilitó a las féminas contar con un espacio propio, donde debatir sus inquietudes y ser parte de las transformaciones sociales, económicas y políticas de la nación.
EMPODERAMIENTO DE LAS CUBANAS
Las cubanas sobrepasan actualmente el 55,74 por ciento de los diputados de su país y son mayoría entre los directivos de los órganos locales de gobierno.
Con el decursar de los
años, crece también su presencia como delegadas de circunscripción (primer
escalón electoral), con más del 44 por ciento.
En Cuba, no existe ley de
cuotas que obligue a una paridad de género en ninguna de las estructuras
gubernamentales y estatales, por lo que el ascenso a esos puestos es a partir
de la preparación de quienes desempeñan la función.
Las féminas constituyen
el 66 por ciento de las fuerzas profesionales y técnicas de la nación, así como
también el 63 por ciento de los graduados universitarios, logros de la
Revolución que tienen expresión en otros ámbitos, lo que ilustra el alcance de
la actividad femenina y su papel fundamental en la política y la sociedad.
El avance de las cubanas no es obra de la casualidad, sino de las políticas públicas desarrolladas en el país desde 1959 y que hoy se ven reforzadas por programas y leyes, con expresión suprema en la Constitución de la República, adoptada en 2019. (Redacción digital. Con información de la ACN. Imagen de portada: FMC/red social X)
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