Cada Primero de Mayo se celebra en todo el orbe el Día del Proletariado Mundial, celebración que tuvo como motivación inicial recordar a los Mártires de Chicago.
En esa fecha de 1886, fueron ejecutados trabajadores en esa ciudad de Estados Unidos, tras realizar una serie de huelgas en reclamo de mejores condiciones laborales.
La efeméride fue celebrada en Cuba por primera vez en 1890, por acuerdo (un año antes) del Congreso de la Segunda Internacional, efectuado en París, Francia.
El proletariado cubano tiene el honor histórico de haber participado en el estreno mundial del Día Internacional de los Trabajadores.
Durante la llamada República neocolonial (1902-1958), el movimiento obrero del país caribeño dio muestras de su fortaleza en la lucha contra la corrupción y los Gobiernos de turno en esa etapa, en la cual ocurrieron la huelga de los aprendices, en 1902, la de la moneda (1907) y la del alcantarillado (1911).
Durante el siglo XX, hasta 1958, el Primero de Mayo constituyó una jornada de lucha de los trabajadores cubanos en defensa de sus intereses y en el enfrentamiento a Gobiernos corrompidos y a dictaduras que existieron en el país.
Tras el triunfo de la Revolución cubana, en enero de 1959, la fecha proletaria cobró una connotación muy significativa.
El Primero de Mayo de 1959, en la entonces denominada Plaza Cívica (hoy De la Revolución José Martí), en La Habana, se celebró con carácter festivo y la presencia de decenas de miles de trabajadores.
En esa ocasión, habló el entonces Comandante Raúl Castro, puesto que el máximo líder de la Revolución, Fidel Castro, no se encontraba en Cuba. Viajaba ese día en dirección a Buenos Aires, Argentina, para participar en una conferencia internacional.
Ya en 1960, y después en sucesivas ocasiones, Fidel habló en las concentraciones populares y desfiles con motivo del Día Internacional de los Trabajadores.
Tras el triunfo de la Revolución, el Primero de Mayo resulta un día muy diferente a las etapas precedentes y constituye una fecha de regocijo, de reafirmación y compromiso.
En reiteradas oportunidades, Fidel destacó el papel de los trabajadores en la defensa y desarrollo de la Revolución, la importancia de la unidad obrero-campesina, y otros temas de gran trascendencia.
Fue en el año 2000, en el acto central en Cuba por la efeméride proletaria, cuando Fidel expuso consideraciones muy elocuentes en torno al concepto de Revolución. Entonces aseguró:
"Revolución es sentido del momento histórico; es cambiar todo lo que debe ser cambiado; es igualdad y libertad plenas; es ser tratado y tratar a los demás como seres humanos; es emanciparnos por nosotros mismos y con nuestros propios esfuerzos; es desafiar poderosas fuerzas dominantes dentro y fuera del ámbito social y nacional; es defender valores en los que se cree al precio de cualquier sacrificio; es modestia, desinterés, altruismo, solidaridad y heroísmo; es luchar con audacia, inteligencia y realismo; es no mentir jamás ni violar principios éticos; es convicción profunda de que no existe fuerza en el mundo capaz de aplastar la fuerza de la verdad y las ideas. Revolución es unidad, es independencia, es luchar por nuestros sueños de justicia para Cuba y para el mundo, que es la base de nuestro patriotismo, nuestro socialismo y nuestro internacionalismo."
(Teresa Delgado Moreno. Foto: diario Granma)
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