Destacan rol de museo habanero en conservación patrimonial

Destacan rol de museo habanero en conservación patrimonial

En sus 60 años de existencia, el Museo Nacional de Historia Natural de Cuba, ubicado en La Habana Vieja, deviene referente por su contribución al conocimiento y valoración de la biodiversidad, geodiversidad y la riqueza cultural de la nación.

Maritza García García, presidenta de la Agencia de Medio Ambiente (AMA), expresó que la gestión de ese museo en la conservación del patrimonio natural es de invaluable valor por la preservación de colecciones taxonómicas (clasificación de organismos), con más de 50 mil ejemplares de la naturaleza cubana y antillana, viviente y extinguida.

La directiva intervino en el acto por cumplirse este domingo las seis décadas de creada la institución.

García García añadió que cuenta con fondos de exhibiciones que reúnen a cerca de dos mil ejemplares de especies nacionales y de otras partes del planeta, publica un despacho de la Agencia Cubana de Noticias.

El encuentro transcurrió en el Convento de San Francisco de Asís, cuya construcción data de 1738, en el centro histórico de la ciudad, donde la presidenta de la AMA entregó a la dirección de la galería un diploma de reconocimiento en nombre de los 22 colectivos integrantes de la entidad, adjunta al Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma).

La distinción Aniversario 60 del museo la recibieron trabajadores con 30 años y más de servicios aún activos, otros jubilados que permanecieron en él durante dos décadas más y cinco que decidieron trasladarse después de una importante impronta, incluida Mariana Saker Labrada, una de sus directoras.

Otro tanto ocurrió con los periodistas Orfilio Peláez Mendoza, del diario Granma; Lino Luben Pérez,  de la Agencia Cubana de Noticias, y Kristell Aspillaga Rojo, del Sistema Informativo de la Televisión Cubana.

El 26 de mayo de 1964, en coincidencia con el aniversario 165 del natalicio de Felipe Poey Aloy, el más universal de los naturalistas cubanos, surgió el museo que lleva el nombre de este notable científico, que brilló en los estudios ictiológicos.

En un principio, la instalación abrió sus puertas en el Capitolio de La Habana, y tes décadas después lo trasladaron a su actual sede, en Obispo 61, en el corazón del centro histórico de la capital, al que aporta, como lienzo indispensable, la presencia de la naturaleza cubana que dio sustento a tanta historia patria. (Redacción digital. Foto: Museo Nacional de Historia Natural)

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RSL

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