1920. Fallece en La Habana Adela Robreño.
Proveniente de una familia de teatristas, fue considerada una de las mejores actrices cubanas.
Debuta en las tablas a los cinco años de edad. Alternó con los mejores actores españoles que trabajaban en Cuba y viajó exitosamente por España, México, Venezuela y Puerto Rico.
Su Adriana Lecouvreur o su Margarita de La dama de las Camelias, o su Flora de La hija de las Flores, la hicieron cobrar significativa celebridad.
1945. Comienza el V Congreso de la Federación Nacional de Obreros Azucareros, en La Habana, con la asistencia de mil 200 delegados.
A partir de esta cita, adopta el nombre de Federación Nacional de Trabajadores Azucareros (FNTA), al incorporársele los técnicos y empleados de oficina del sector.
1960. El pueblo de La Habana y otras ciudades participa masivamente en los entierros simbólicos de las compañías estadounidenses nacionalizadas cuatro días antes.
Frente a los ataúdes con los rótulos de las Compañías de Electricidad y de Teléfonos, los consorcios Esso, Texaco y otros que durante la República mediatizada imponían tarifas abusivas y obtenían jugosas utilidades, los cubanos repiten el simpático “¡Se llamaban!”.
1967. El Comandante en Jefe Fidel Castro pronuncia un discurso en la clausura de la Primera Conferencia de la Organización Latinoamericana de Solidaridad (Olas), celebrada en el Teatro Chaplin (hoy Karl Marx), de La Habana.
“No sabemos qué días nos esperan, qué vicisitudes, qué peligros, qué luchas. Simplemente estamos preparados, y cada día tratamos de prepararnos más, y cada día nos prepararemos más. Pero una cosa podemos decirles: que nos sentimos tranquilos, que nos sentimos seguros, y que esta pequeña isla será siempre como un peñón revolucionario de granito contra cuyas rocas se estrellarán todas las conjuras, todas las intrigas, todas las agresiones. Y que sobre ese peñón revolucionario siempre ondeará una bandera que diga: ¡Patria o Muerte! ¡Venceremos!”
1990. Fallece en La
Habana Carmelo González Iglesias.
Se desempeñó como pintor,
escultor, grabador, pedagogo y crítico de arte. Fue considerado uno de los
grandes maestros y críticos de la pintura cubana del siglo XX.
Tras el triunfo de la Revolución cubana en 1959, desarrolla
una meritoria labor dentro del magisterio Academia Nacional de Bellas Artes San Alejandro (1958-1962), la
Escuela Nacional de Arte, de Cubanacán (1962-1964), y la Escuela Nacional de
Diseño de La Habana.
Al fundarse la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, fue nombrado presidente de la Sección de Artes Plásticas de esta institución.
A lo largo de su vida profesional, recibió innumerables premios y condecoraciones, y su obra, expuesta a nivel nacional e internacional, tanto de manera individual como en muestras colectivas, ocupa un lugar permanente en las salas del Museo Nacional de Bellas Artes, en La Habana. (José Pérez-Galdós Ortiz y ACN. Foto: red social X)
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