Notas olímpicas desde París, lucha y remos destacados (+ post)

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Un bronce para la lucha clásica y un honroso octavo lugar en remos, categoría C2, resultan nuevos resultados satisfactorios para la armada cubana que lidia en los Juegos Olímpicos de Paris 2024.

El habanero Luis Orta ya es doble medallista olímpico de la lucha clásica al conquistar la presea de bronce de la división de 67 kilogramos, imponiéndose categóricamente en sus dos combates de la jornada de este 8 de agosto.

El gladiador llegó a la Ciudad Luz avalado por el título de los 60 kilos conquistado en Tokio 2020, pero en su segunda presentación el iraní Saeid Esmaeili se interpuso en el camino hacia un nuevo reinado, aunque le quedó el paso por el repechaje como fórmula de redención.

Del inesperado tropiezo salió Orta con más bríos, con las correcciones necesarias para “espantar” del colchón, situado en la arena del Campo de Marte, todo lo que se le cruzara en la ruta hacia el podio.

Su primera víctima de la jornada resultó el argelino Ishak Ghaiou. Sufrió la furia contenida y terminó abrumado por la superioridad (9-0) de un rival empeñado en dejar claro que seguía estando en la élite.

Horas después le tocó el turno al armenio Slavik Galstyan, más grande y con rango de cuarto puesto de la clasificación mundial, pero nada de eso le sirvió para hacerle frente a un Orta dispuesto a todo para no regresar a casa con las manos vacías.

Así se sumó al ilustre listado que antes formaban tres gladiadores clásicos cubanos con más de una medalla bajo los cinco aros: Mijaín López (cinco oros), Filiberto Azcuy (dos oros) y Juan Luis Marén (una de oro y otra de bronce).

Por esta nueva hazaña, recibió el saludo del presidente Miguel Díaz-Canel, quien, en su cuenta de la red social X, aseguró que “seguro, como un verdadero gladiador, demostrará en próximos desafíos por qué fue el mejor grequista del mundo en el 2023”.

Por su parte, las remeras cubanas Yarisledis Cirilo y Yinnoly López estuvieron este 9 de agosto en la primera final olímpica de su corta trayectoria como pareja en la prueba de C2 a 500 metros, lo que clasifica como una de las actuaciones más notables del canotaje cubano en la justa que en la ciudad de la torre Eiffel se acerca a su final.

Navegaron en una instancia que parecía fuera de su alcance, por lo que la oportunidad de medirse con duplas establecidas en la élite, incluso ganadoras de premios bajo los cinco aros, constituyó motivo de orgullo y celebración.

El bote cubano entró a la meta en el octavo puesto, después de cubrir la distancia en 2:01,77 minutos, un lugar que, sin derecho a premio, no deja de ser un resultado destacable en una lid como la que se celebra en la capital de Francia. 

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Yarisledis Cirilo y Yinnoly López en la prueba de C2. Foto: JIT

(Redacción Digital, con información y fotos de JIT).

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