"Nos solidarizamos, sin una sola duda, con el hermano pueblo venezolano y con nuestro compañero, Nicolás Maduro", afirmó este lunes Miguel Díaz-Canel Bermúdez, primer secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y presidente de la República.
En su intervención en la XI Cumbre Extraordinaria de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (Alba-TCP), aseguró que la mayor de las Antillas reconoce, respeta y admira la unidad cívico-militar bolivariana y chavista del pueblo venezolano y confía en que con esa fuerza, la patria de Simón Bolívar, Hugo Chávez y Nicolás Maduro, seguirá demostrando que está a prueba de todas las amenazas y acosos.
Con absoluta irresponsabilidad, se estimula concertadamente el regreso a los planes de desestabilización en Venezuela, y no podemos permitirlo, añadió.
En sus palabras, transmitidas en vivo, señaló que son tiempos de unión y de firmeza frente al imperialismo y las oligarquías que aprovechan la más mínima oportunidad para atentar contra el triunfo y la estabilidad de cada fuerza de orientación popular.
Díaz-Canel subrayó que en Venezuela se dirime el conflicto entre dos visiones del mundo claramente en pugna.
"De un lado –el nuestro– se defiende el futuro y la justicia social en beneficio de todos; del otro, prevalece el interés por preservar el sistema de injusticias y hegemonías", señaló.
El jefe de Estado denunció la continuidad del acoso imperialista, la intromisión externa, la arremetida de las oligarquías, y la manipulación mediática y política para generar desestabilización y propiciar un golpe e intentar derrocar al gobierno bolivariano y chavista.
Corresponde a todos actuar con honestidad y justicia, en apego a los principios del Derecho Internacional y a las normas más elementales de convivencia, corresponde a los venezolanos dirimir y esclarecer lo que les atañe, comentó.
Reiteró, asimismo, la más firme condena a la sistemática agresión contra Venezuela y repudió cualquier intento de aupar violencia y de enturbiar la paz que demanda y precisa su pueblo.