La eliminación de los daños ocasionados por abundantes lluvias recientes, la
atención a la contingencia energética y a las personas en condiciones de
vulnerabilidad son objetivos priorizados en el habanero municipio de Diez de Octubre.
Con visión preventiva trabajaron las autoridades locales
desde el anuncio de las copiosas precipitaciones, y las acciones se
concatenaron ante la contingencia electroenergética nacional, que agravó la situación.
En el territorio, se mantuvo el monitoreo de las zonas bajas
proclives a inundarse, además de la información oportuna a la población; se
preservaron las vidas humanas, en primer orden, y se chequeó con sistematicidad
el fondo habitacional en avanzado
estado de deterioro.
La Dirección Municipal de Servicios Comunales incrementó las
acciones de saneamiento, con prioridad en las áreas bajas.
En las comunidades de tránsito (albergues), la Empresa de Saneamiento Básico de La
Habana trabajó en la desobstrucción de redes sanitarias.
Las estructuras de los consejos populares fueron activadas
con los delegados del Poder Popular y los coordinadores políticos, con el
propósito de abarcar más eficientemente la demarcación, mantener al pueblo informado y atender con inmediatez cualquier
emergencia. Los dirigentes de la localidad sostuvieron intercambios con los
residentes en diferentes áreas.
De manera constante, se recibieron y evaluaron las
afectaciones provocadas por las lluvias, para la toma de decisiones.
Vivian de Guadalupe Leal Cuesta, presidenta del Gobierno local, orientó la suspensión y
reprogramación de las asambleas del proceso de rendición de cuenta de los delegados
del Poder Popular, previstas para realizarse desde el jueves hasta el domingo.
Ante la contingencia energética, Lisara Corona Oliveros,
primera secretaria del Comité Municipal del Partido Comunista de Cuba, orientó la revisión y definición de insumos,
combustibles, alimentos, grupos electrógenos y todo lo necesario para
garantizar servicios vitales y estabilidad.
Las panaderías La Viboreña, El Bombero y El Naranjito se
establecieron como los talleres de
producción continua para asumir la elaboración del pan de la canasta básica
familiar normada, y la Dirección de la Unidad Básica de la Industria
Alimentaria fiscalizó las producciones.
En estos centros, se
laboró sin descanso, con el aprovechamiento de los grupos electrógenos y
con turnos rotativos de trabajo de manera ininterrumpida.
Desde el Puesto de Mando Municipal, se chequeó la
elaboración de alimentos para la venta a la población a través de la red gastronómica
y el Sistema de Atención a la Familia, para favorecer a las personas en condiciones de vulnerabilidad.
Foto: Gobierno municipal de Diez de Octubre. |
Las máximas autoridades fiscalizaron, además, el funcionamiento de los servicios vitales en el territorio y orientaron que todos los centros con grupos electrógenos prestaran a la población el servicio de carga de teléfonos móviles.
Comunicación constante con los consejos populares y centros de
elaboración, y la realización de recorridos diurnos y nocturnos permitieron
obtener una visión completa de la situación territorial, en cuanto a las
necesidades de abasto de agua, gas y
otras, a fin de buscar alternativas.
La Empresa de Genética Porcina, Tabacuba y la Empresa Avícola ofrecieron una importante contribución junto a centros de la Agricultura, así como también la Empresa Mecánica de Transformado del Acero y otras entidades que apoyan al territorio.
Foto: Gobierno municipal de Diez de Octubre. |
Cuando el sistema electroenergético tiende a estabilizarse, los esfuerzos se destinan a la eliminación de los daños ocasionados por las lluvias, con la mira puesta en retornar a la normalidad lo antes posible y retomar el proceso de rendición de cuenta del delegado del Poder Popular a sus electores. (Reyna C. Turro Caró. Fotos de portada: Gobierno municipal de Diez de Octubre)
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