Cuba: ante las contingencias el espíritu de vencer es insuperable

Cuba: ante las contingencias el espíritu de vencer es insuperable

Cuba vive jornadas desafiantes a los nefastos impactos que, en tan pocos días, han provocado dos huracanes y ahora fuertes sismos en el oriente, como si no bastara con la crítica situación electroenergética y ese recrudecido y omnipresente bloqueo estadounidense que pretende asfixiarla.

Por supuesto los embates de la naturaleza -aunque previsibles- solo pueden mitigarse con medidas que protejan a las personas, sus viviendas y las infraestructuras socioeconómicas, en lo cual la mayor de Las Antillas tiene amplia experiencia y prestigio internacional.

Pero ni en momentos tan complejos y difíciles como los que enfrenta en la actualidad el país, quienes viven de la industria del odio y desean que venga abajo la Revolución cubana no dejan de inundar los medios de comunicación y redes (anti) sociales con contenidos mal intencionados, noticias falsas y llamados a la desobediencia, al irrespeto de las leyes y orientaciones de los dirigentes del Partido Comunista de Cuba, Gobierno y Estado.

Cuando desde muchos países amigos, organismos internacionales y organizaciones, y de cubanos residentes en el exterior, llega ayuda para los cientos de miles de damnificados de los huracanes Oscar y Rafael, otros intentan denigrar esos gestos humanitarios y desinteresados, señala un artículo de la Agencia Cubana de Noticias.

Por suerte, la respuesta del pueblo, de las organizaciones de masas y políticas, de las instituciones armadas y demás organismos nacionales, de los actores económicos no estatales, entre otros muchos, no se ha hecho esperar.

La ocupación y preocupación constante de la dirección del país, al frente de toda esta compleja batalla que ha obligado a posponer otros compromisos y proyectos, ha sido primordial para organizar una estrategia de trabajo con sus prioridades y urgencias en cada territorio afectado.

Acostumbrados a ser solidarios tanto con nosotros mismos como con decenas de naciones en el mundo, muchas veces no nos percatamos que la grandeza de este país empieza por la unidad de su pueblo, ese que hoy día sufre enormes carencias y dificultades en la alimentación, la salud, la educación, en el transporte, en la disponibilidad de combustible para también mejorar el sistema electroenergético nacional.

Entonces es tanta y venenosa la campaña anticubana, que se teme mostrar esos actos heroicos y humanos, que se viven a diario en ciudades y poblados de las regiones occidental y oriental afectados por el azote de los huracanes Oscar y Rafael; solo interesa presentar ante el mundo un país en desgracia total sin explicar por qué desde hace tiempo vive bajo una economía de guerra.

Un despliegue de brigadas de las empresas eléctricas, de telecomunicaciones, de la construcción, de recursos hidráulicos y de otros sectores, provenientes de diversas provincias, además de combatientes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y del Ministerio del Interior, ha permitido avanzar en la recuperación de La Habana, Mayabeque y Artemisa, donde fueron bien severos los daños.

Pero restablecer servicios tan vitales como la electricidad y el agua, en muchos lugares pasa primero por liberar de árboles y postes derribados calles, avenidas y carreteras, tareas de limpieza e higienización que este fin de semana contaron con el apoyo de pobladores y colectivos laborales y estudiantiles.

Ahora se suman las acciones para atenuar las afectaciones que sismos de gran intensidad dejaron en los territorios de Santiago de Cuba y de Granma, de manera que tampoco hay tiempo que perder ante este nuevo desafío de la naturaleza.

El curso escolar se reanuda hoy en las instituciones docentes que no tuvieron afectaciones mayores, y también en el resto de las actividades de la producción y los servicios en condiciones de hacerlo.

Cuba vive jornadas en las que no hay derecho al descanso y mucho menos al pesimismo, a creer que el fatalismo nos persigue; el Comandante en Jefe Fidel Castro y la propia Revolución nos han preparado para enfrentar -y salir victoriosos- de tempestades de todo tipo y magnitud.

Entonces ante huracanes, sismos, bloqueos y campañas de odio el espíritu de vencer es cada vez más insuperable. (Redacción Digital. Fotos: Facebook)

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RSL

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