Radio Ciudad de La Habana reproduce a continuación otra parte de la extensa entrevista:
Nadie se
acostumbra a estar en apagón, ni nadie deja de rechinar los dientes
–mínimamente– cuando se le va la luz. No es ser impasible lo que se llama
resistencia.
No obstante, una
cosa buena de lo que sí se llama resistencia es ese sexto sentido que «se
afila» por andar sorteando crisis, e inventándose una solución tras otra.
Hay algo malo
también: que en la urgencia de «resolver» se usan parches por demasiado tiempo,
y se convierte en crónico el problema cuando ponemos la cura y nos vamos a
gestionar otra crisis, para volver sobre aquella herida cuando los puntos se le
van.
De causas, culpas
y agresiones tenemos un doctorado; y a veces ayudan poco el diagnóstico y la
expiación. Sin embargo, si apretarnos el cinto implica, en un momento, quitarle
plata a algo inmediato para invertir en una solución de larga vida, entonces
ganamos una pelea.
Es verdad, se
dice fácil… pero nadie se acostumbra a un apagón.
Es hasta lindo
ver ese mar de cristales azules que son los parques solares fotovoltaicos en
medio del monte. Lo que pasa es que, acostumbrados al remiendo de esas moles de
hierro oxidado y grasa que son las viejas termoeléctricas, asusta que, para
esta inversión “tan refinada y moderna”, no tengamos después cómo mantenerla.
¿Habrá luego cómo
reponer los paneles que se vayan dañando, la batería defectuosa, la pieza a
tiempo que evite la sobreexplotación irreversible de la termoeléctrica
reconstruida o reparada totalmente?
En el cierre de
la conversación con Granma, Vicente de la O Levy, ministro de Energía y Minas,
aseguró que sí, que hay un plan de sostenibilidad para lo que se está haciendo,
y que se ha pensado de manera mucho más integral.
–Dentro de los contratos de
importación hay un porciento alto de repuestos; hay una cantidad, por ejemplo,
de paneles por encima de lo que lleva instalado cada parque. Vienen inversores
de repuesto, tarjetas electrónicas…
“Recientemente
discutimos con los compañeros de Fuentes Renovables de Energía (FRE) que, como
mismo hicimos con la generación distribuida, para esto hay que hacer también
centros de entrenamiento, y talleres de reparación de alta tecnología, que
están por ahí por la Cujae (Universidad Tecnológica de La Habana), ese edificio
bonito que le dicen Centro de Entrenamiento Hyundai.
“Está hecho el
centro de entrenamiento de FRE, pero tenemos que lograr que haya también
centros de alta tecnología de reparación de componentes electrónicos y
eléctricos que llevan los parques solares fotovoltaicos. No es montar los
parques y ya.
“Además de que
vienen piezas de repuesto dentro del contrato, ya se están adquiriendo
instrumentos, y ya hoy hay instrumentos nuevos, equipos nuevos, hasta máquinas
de lavado de los paneles, máquinas de jardinería, todo eso viene…”
–¿Incluso para los parques
anteriores de 4,4, y 2,2 megawatts (MW)?
–Incluso para
esos, que han funcionado durante muchos años.
–¿Está en perspectiva que
Cuba desarrolle una capacidad productiva de paneles? ¿Recuperar, por ejemplo,
la fábrica de Pinar del Río?
–Sí, cómo no.
¿Qué es lo que pasa con Pinar del Río? Es una fábrica que llegó a producir,
anualmente, 15 MW en ensamblaje; que adquiría la carpintería, el aluminio, la
celda, el cristal, adquiría todos los materiales, ensamblaba, y era una buena
instalación…”
–Quince megawatts no es nada
despreciable…
–No, no lo es;
pero qué pasa, que las tecnologías en esto cambian muy rápido. Recuerdo que ahí
se produjeron mayoritariamente 250 watts por cada panel, hasta de 300 watts;
pero, buscando rendimiento, hoy los paneles en el mundo son de 600, de 800, de
900 watts, y eso introduce cambios tecnológicos importantes en las fábricas.
“Por ejemplo,
dentro de la línea productiva que ensambla los paneles, el equipo que simula la
iluminación del sol, para comprobar si el panel está generando lo que se
diseñó, ese dispositivo tiene las dimensiones del panel; y si los paneles
cambiaron de dimensiones, y son otros los indicadores de eficiencia, de
potencia, entonces ya ese equipo se quedó chiquito. Pero ese equipo cuesta
millones de dólares, y entonces la fábrica se ha quedado desactualizada…”
–Pero hay otros horizontes,
los paneles aislados, digamos…
–Y recuperar
paneles, porque se rompen, y hacer en esa fábrica aplicaciones de energía renovable,
o cuatro paneles y una bombita de agua, o un equipo para cargar teléfonos, o
para cargar las motos eléctricas, que en Cuba hay más de 300 mil motos
eléctricas que cargan del SEN (Sistema Eléctrico Nacional) … En fin, que genere
mucho más valor agregado.
–O sea, no es un proyecto
paralizado…
–No lo es, y como
parte del gran proyecto, hemos previsto modernizar la fábrica, para que pueda
tributar al tema de los carros eléctricos.
–¿Hay inversiones
planificadas para ampliar este año la generación a partir del gas natural, que
ha sido tan eficiente y rentable?
–Sí. Habíamos
hecho dos pozos con los que logramos dar gas suficiente para sumar unos 100 MW
desde Energás, que eran capacidades instaladas sin aportar por falta de gas. De
hecho, todavía hay capacidad para generar un poco más.
–¿Más de 330 MW?
–Es que ya hoy
generamos más de 330 MW.
–¿Y cuánto se puede
incorporar todavía, con la capacidad instalada?
–Unos 30 MW más,
a partir de otro pozo que perforaremos este año.
–¿Y de la generación eólica?
¿Hay planes también para aprovechar mejor el viento?
–Sí. Se conoce
que se detuvo el parque eólico de Herradura 1, en Las Tunas, por impago de
deudas. Sin embargo, todo ese recurso está en Cuba, y en esta negociación de
los mil MW incorporamos la terminación de Herradura.
“Y se están cumpliendo los pagos, ya llegó la asistencia técnica, hay un cronograma de embarque de las cosas pendientes, que son minoría, y de puesta en marcha aerogenerador por aerogenerador. Pensamos que en este año tendremos aerogeneradores funcionando, y terminar el primer trimestre del año que viene con todo lo pendiente.”
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RSL