La Casa de las Tejas Verdes, insigne institución cultural del habanero municipio de Playa, incluye entre sus actividades el intercambio con estudiantes del reparto Miramar, donde está enclavada, para promover en ellos conocimientos y valores.
Ese recinto del
noroeste de la capital cubana acogió un encuentro con alumnos de la Escuela Primaria Mártires de Cambodia, el
cual giró en torno al interés por la lectura.
En la ocasión, se
recordaron fechas recientes como el 2 de abril, Día Internacional del Libro
Infantil y aniversario 220 del natalicio de Hans Christian Andersen, escritor danés considerado el “padre de la
literatura infantil”, y el 4 del propio mes, cuando se cumplieron 64 años de la
Organización de Pioneros José Martí.
Los niños respondieron
preguntas acerca de los cuentos infantiles más conocidos de Andersen y sobre las
referidas efemérides, y resultaron premiados los que respondieron
acertadamente.
Asimismo, realizaron una lectura dramatizada del cuento El soldadito de plomo, del referido escritor, donde asumieron diálogos de los personajes, para finalizar con una reflexión sobre los valores fundamentales que percibieron en la historia narrada en el texto.
La Casa de las Tejas Verdes, emporio de conocimientos que favorece también a los niños #CubaEsAmor #LaHabanaDeTodos pic.twitter.com/KZzEZamuO3
— porcubasiempreACN_Cuba (@porcubasiempre) April 10, 2025
Todos recibieron útiles para la escuela, incluidos la revista Vara y Sombrero, y en su interior la Rosa Martiana, manualidad inspirada en los Versos Sencillos, de José Martí, la cual propició una breve reseña acerca de ese poemario, en tanto varios pequeños declamaron algunos de esos versos.
Con la ayuda del especialista en Gestión Cultural de la Casa de las Tejas Verdes, cada pequeño conformó su flor, proceso en el cual pusieron en práctica distintas habilidades, ya que cortaron, plegaron, pegaron y hasta colorearon.
Fue una jornada feliz, en la que se potenció el interés por la lectura, el conocimiento y los derechos de la infancia; una cita en la cual no faltaron el trabajo en equipo, las golosinas y lo mejor de todo: la alegría. (Reinaldo Santana López, con información de la cuenta en Facebook de la Casa de las Tejas Verdes)
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RSL