Si algo distingue el encuentro entre rusos y cubanos es la cercanía, la alegría, la sensación de que “en algún lugar hemos coincidido”.
Es una historia común, marcada por acontecimientos políticos y económicos, pero también, y sobre todo, por afectos familiares, personales, recuerdos generacionales que pueden ir desde una canción, un dibujo animado, una película un equipo electrodoméstico, hasta un viaje al cosmos. Una historia común que se respeta y se honra en una vía de doble sentido: desde la isla más grande del Caribe hasta el país más extenso del mundo.
Precisamente por esa admiración mutua, el presidente Miguel Díaz-Canel inició su agenda oficial en el Cementerio Memorial Piskaryovskoye, donde se cuida y honra la memoria de 490 mil héroes y mártires del inhumano cerco a Leningrado, la ciudad que por unos 900 días soportó los infernales dolores del asedio nazi, dígase hambre, frío, bombardeos diarios, muerte por todos lados, y salió victoriosa por una resistencia que aún hoy sorprende y que se ha convertido en carácter distintivo del alma rusa.

Volvimos al cementerio memorial de San Petersburgo, panteón de 490 mil hijos de la Ciudad Héroe que resistió 900 días de #Bloqueo nazi sin rendirse. #Cuba cuenta aquí con grandes amigos. Juntos evaluamos proyectos y recorrimos sitios históricos y de interés para la cooperación. pic.twitter.com/6Uktl0XjxY
— Miguel Díaz-Canel Bermúdez (@DiazCanelB) May 5, 2025
Díaz-Canel, con esos fuertes sentimientos que siempre provocan los ejemplos del heroísmo, escribió en el libro de visitantes que estaba nuevamente en este memorial en el marco de la conmemoración del aniversario 80 de la victoria de la Gran Guerra Patria, “para rendir tributo a las víctimas de los bombardeos y la hambruna, y a los heroicos soldados que murieron defendiendo esta ciudad”.
“La heroica resistencia de los habitantes de Leningrado, ante el cerco, el hambre y el frío, enfrentando la maquinaria de guerra nazi, es admirada y respetada por los pueblos del mundo”, aseveró.

“Hoy, cuando se hacen frecuentes los intentos por reescribir la historia y minimizar el heroísmo de la URSS y el Ejército Rojo, y su protagonismo en la victoria, queremos patentizar aquí que el pueblo cubano sí conoce la verdadera historia y el aporte a la humanidad de la Unión Soviética y el Ejército Rojo en alcanzar la victoria a un alto costo humano y material”, destacó.Esa es la verdad histórica, subrayó, “la historia demuestra que solamente unidos, mediante la cooperación, la solidaridad y la amistad, podremos enfrentar los desafíos de hoy y del futuro”, afirmó el presidente en ese sagrado lugar de Rusia. Existen allí 186 fosas comunes, que hablan del horror del fascismo y de la amenaza que hoy se cierne sobre toda la humanidad.
VISITA QUE FORTALECE CONVICCIONES Y PROMUEVE NUEVOS COMPROMISOS
En la verja del Palacio Smolny, histórico edificio que fue elegido por Lenin como cuartel general bolchevique durante la Revolución de Octubre, el gobernador de San Petersburgo recibió a Díaz-Canel. Luego del abrazo, pusieron flores en la estatua que allí, a las puertas del recinto, honra la memoria del líder del primer Estado socialista del mundo.

Asimismo, consideró que San Petersburgo desempeña un papel importante en las relaciones entre Cuba y Rusia, hay confianza y respeto mutuos.
Habló del enorme potencial para continuar el camino de la cooperación, y mencionó líneas importantes, como la farmacéutica, la maquinaria, los equipos y el suministro de materias primas.

Las relaciones entre Cuba y San Petersburgo son un ejemplo de amistad y de cumplimiento de proyectos, consideró, y deseó luego paz y prosperidad para el pueblo cubano.
Al tomar la palabra, el presidente Díaz-Canel agradeció la sensibilidad con que Rusia atiende los problemas de Cuba.
El mandatario se refirió a la propuesta de colaborar en el sector de la salud, sobre todo en temas de rehabilitación. "Tenemos la capacidad de brindar esos servicios", afirmó.

El presidente describió la situación que enfrenta el país, con carencias de alimentos, de medicamentos, problemas energéticos, que afectan la vida económica y social de la nación. Aseguró que el pueblo cubano no se va a rendir, como no lo hizo Leningrado, y “no nos vamos a dejar humillar”.
Finalmente, consideró que esta visita fortalece convicciones y promueve para ambas partes nuevos compromisos.
La jornada del lunes incluyó, en el Palacio Smolny, con la inauguración de la exposición “Oh, La Habana. Tránsito”, con obras de artistas rusos sobre la vida en Cuba.
Como dijo el jefe de Estado en su cuenta de la red social X: “Cuba estará en la Plaza Roja este 9 de mayo. Es un honor”. (Redacción Digital. Con información y fotos del sitio web de la Presidencia)
RSL
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