Les Ballets de Monte-Carlo concluye este domingo su tercera y última fecha consecutiva de presentaciones en la capital cubana.
Cada actuación de la prestigiosa compañía europea, en la sala
Avellaneda del Teatro Nacional de Cuba,
ha sido un regalo escénico, incentivado por el Comité Organizador del Festival Internacional de Ballet de La
Habana Alicia Alonso, en colaboración con la Feria Internacional Cubadisco 2025.
Variadas e intensas emociones, que incitan a la felicidad
desde discretos movimientos sensuales, ha despertado la obra Core Meu (Mi corazón) y el
acompañamiento musical de Antonio Castrignanò y su banda Taranta Sounds, en un espectáculo
a cargo del célebre coreógrafo francés Jean-Christophe Maillot, en homenaje a
Maurice Béjart.
Ha sido un abrazo, desde las artes, entre Cuba y el Principado de Mónaco, segundo país más pequeño del mundo; un lazo cultural entre la mayor
isla del Caribe y aquel territorio situado a los pies de los Alpes y a orillas
del Mar Mediterráneo, en la costa meridional de Francia, cerca de la frontera
con Italia.
Los vibrantes bailarines de Les ballets de Monte-Carlo dejan
un buen sabor en el público cubano, tanto como aquel primer encuentro en 2015, cuando presentaron en La Habana su
versión de la obra Cenicienta.
En declaraciones a la prensa, Jean-Christophe Maillot,
director artístico de la compañía, expresó que la pieza Core Meu, ambientada en
el Mediterráneo, constituye una variante de la tarantela, un baile popular del
sur de Italia cuyos movimientos son vivos.
La puesta deja ver, también, el vocabulario propio de la danza contemporánea y entremezcla folclore italiano, además de la técnica en puntas y pasos académicos del ballet con la pizzica, destacó.
🩰 Les Ballets de Monte-Carlo presenta “Core Meu” en Cuba. Un regalo artístico para la isla, al ritmo de la música tradicional del sur de Italia.
— Cubavisión Internacional (@CVInternacional) May 17, 2025
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Para cautivar al público de principio a fin e involucrarlo con la trama, Core Meu ofrece una especie de ilusión óptica, en la que se combinan el juego con luces de Samuel Thery, la música, bailes y un efectivo diseño de vestuario del español Salvador Mateu, quien ha colaborado con Milos Forman, Pilar Miró, Pedro Almodóvar y reconocidas marcas, como Chanel y Givenchy.
Es un espectáculo que contagia con su energía; habla de amor, como sentimiento más puro, y busca la relación directa entre el movimiento y la música, reforzando la necesidad de bailar y compartir de la misma forma en la que lo hizo con el público cubano, comentó a la prensa Maillot, exbailarín francés.
Teniendo en cuenta el impacto que ha tenido la puesta escénica de la compañía europea, el comité organizador de la Feria Internacional de la Industria Musical cubana, que tendrá lugar hasta el 25 de mayo, decidió otorgarle a Les Ballets de Monte-Carlo y Antonio Castrignanò y su banda el mayor galardón de la fiesta del disco, el Premio de Honor de Cubadisco, en reconocimiento al altísimo nivel de aceptación y comunicación alcanzado con la audiencia. (Reinaldo Santana López, con información de la ACN. Foto: Prensa Latina)
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