La Habana aguza su mirada al mar Caribe y zonas adyacentes, a propósito de comenzar este domingo la temporada ciclónica en el Atlántico, área geográfica en la que la Organización Meteorológica Mundial incluye al mayor país antillano.
El primero de junio marca el inicio del período en que usualmente se forma, en esta parte del globo terráqueo, el grueso de los fenómenos hidrometeorológicos extremos: depresiones y tormentas tropicales, además de huracanes.
Hasta el 30 de noviembre, se extiende la temporada ciclónica en el Atlántico, aunque pueden desarrollarse eventos de tal naturaleza después de esa fecha; solo que resultan menos probables.
El profesor Luis Enrique Ramos Guadalupe, miembro honorario de la Sociedad Meteorológica de Cuba, recuerda que en el país, desde el siglo XVII, los más notables huracanes recibían un nombre popular, lo que permite evocarlos y diferenciarlos.
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| Foto: archivo. |
Así, se recuerda la Tormenta de San Francisco de Asís, de octubre de 1844; la de San Francisco de Borja, en igual mes de 1846, o el ciclón del 26, acontecido el 20 de octubre de 1926, añade Ramos Guadalupe, citado por la emisora nacional Radio Reloj.
Desde 1955, todos los ciclones del Atlántico reciben un nombre que los ordena alfabeticamente.
LOS NOMBRES DE TORMENTAS Y HURACANES
De acuerdo con el Comité de Huracanes de la Organización Meteorológica Mundial, para este año los 21 nombres básicos serán: Andrea, Barry, Chantal, Dexter, Erin, Fernand, Gabrielle, Humberto, Imelda, Jerry, Karen, Lorenzo, Melissa, Nestor, Olga, Pablo, Rebekah, Sebastien, Tanya, Van y Wendy.Debido a los extensos daños causados por tres huracanes en 2024, el comité acordó retirar los nombres de Beryl, Helene y Milton, los cuales serán remplazados en la lista que se usará en 2030 por Brianna, Holly y Miguel. (Francis Norniella Yaujar, con información de Radio Reloj. Imagen de portada: Cubadebate/red social X)
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