Entidad de La Habana aportó primera vacuna anti-COVID-19 de Latinoamérica (+ infografía)

Entidad de La Habana aportó primera vacuna anti-COVID-19 de Latinoamérica

La experticia de los investigadores del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), de La Habana, resultó clave para la obtención de la primera vacuna de Cuba y Latinoamérica contra la COVID-19.

Una publicación en Facebook, de esa entidad del Polo Científico del Oeste de la capital de Cuba, subraya que Abdala es muy segura y efectiva en niños desde los dos años de edad.

"En Cuba, tenemos el orgullo y el privilegio de decir que desarrollamos y fabricamos la primera vacuna contra la COVID-19 de América Latina, con tecnología 100 por ciento cubana, lograda unos pocos meses después de que la máxima dirección de nuestro país convocara a los científicos a tener vacunas propias", remarcó el texto.

La vacuna Abdala es altamente segura, inmunogénica, muy efectiva y bien tolerada tanto en adultos como en niños y adolescentes de dos a 18 años de edad, especifica la publicación.

Añade que los eventos asociados a su aplicación son mayoritariamente en el sitio de inyección, ligeros, de corta duración y disminuyen a medida que avanza el esquema de inmunización.

La demostrada seguridad de Abdala en niños se sustenta también en la seguridad de la plataforma tecnológica utilizada para su producción, que es el mismo sistema de obtención de vacuna de subunidades en la levadura Pichia pastoris, empleado en el CIGB por más de 30 años para la producción de la vacuna contra el virus de la hepatitis B: Heberbiovac-HB.

Es una vacuna de subunidades proteicas de composición simple, que emplea la misma fortaleza y forma de presentación para la aplicación en niños y adultos e igual esquema de inmunización de tres dosis aplicadas a los 0-14-28 días, por lo que resulta de fácil inserción en programas de vacunación masiva.

Es altamente termoestable, lo que facilita las condiciones para su almacenamiento y transportación. Esta propiedad le confiere ventajas de uso en las campañas de inmunización, ya que no requiere capacidades de congelación.

Investigadores demostraron que la vacuna Abdala tiene 92 por ciento de efectividad en la prevención de la enfermedad sistémica severa y de 90,7 por ciento de efectividad ante la muerte por COVID-19.
Además, tiene una efectividad de 97 por ciento y 100 por ciento en la prevención de la COVID-19 sintomática y grave, respectivamente.

La efectividad se evaluó en la etapa de circulación de la variante Ómicron del SARS-CoV-2.

Abdala induce elevados niveles de anticuerpos contra la proteína RBD del SARS-CoV-2 en niños y adolescentes. Esta respuesta persiste en el tiempo, y se incrementa luego de la aplicación de una dosis de refuerzo.

Esta vacuna induce anticuerpos neutralizantes contra la variante Ómicron del SARS-CoV-2 tanto en población pediátrica como en adultos.

La inmunogenicidad mejorada tras una dosis de refuerzo de Abdala pudo neutralizar de forma cruzada el SARS-CoV-1 y una amplia gama de variantes del SARS-CoV-2, especialmente Ómicron y sus sublinajes (incluidos BA.1, BA.2, BA.5, XBB y XBB.1.5). (Redacción Digital. Infografía: CIGB/Facebook)

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