Habanero Carlos Acosta: orgullo de Cuba celebra la vida en la danza (+ fotos, post y video)

Carlos Acosta.


El virtuoso bailarín cubano Carlos Acosta (La Habana-1973) celebra este lunes 52 años de vida, convertido en ícono del arte en puntas, orgullo de la nación y referente para el mundo.

Resulta un placer homenajearlo en un día tan especial, cuando ha regalado tantas emociones a su pueblo.

Gracias a su padre, Acosta dio sus primeros pasos -casi por obligación- en esta expresión del arte que pronto se convirtió en una inseparable compañera y cómplice de sus más que merecidos triunfos en el universo danzario.



Su virtuosismo le permitió graduarse en 1991 con la máxima calificación en la Escuela Nacional de Ballet, vitrina para importantes compañías que apostaron por él, desde el Ballet Nacional de Cuba o el English National Ballet, hasta el Houston Ballet y el American Ballet Theatre.

Antes, su talento lo llevó a bailar en formatos de gran prestigio, como la Compagnia Teatro Nuovo di Torino, en Italia, y el conjunto del teatro Teresa Carreño, de Caracas, Venezuela.

Pero su obra se inscribió de manera especial en el Royal Ballet de Londres, agrupación que prestigió con su entrada en 1998, y en la que fue promovido en 2003 a principal bailarín invitado.

Junto a esa compañía, sus probadas aptitudes le valieron en 2014 la medalla de Comendador de la Excelentísima Orden del Imperio Británico (CBE), recibida de manos de la reina Isabel II de Inglaterra.

Un año más tarde, se despidió del renombrado conjunto, pero no del escenario londinense, pues desde 2020 dirige el Royal Ballet de Birmingham y es miembro de la Junta de Gobernadores de The Royal Ballet School.

Carlos Acosta
Foto: The Times.

Al repasar con detalle su vida, las palabras que le rinden homenaje se tornan mínimas ante el compromiso de exaltar la labor artística de un hombre que no necesita mayores halagos, en tanto que Carlos Acosta es, en su totalidad, arte.

En La Habana, el también coreógrafo lleva con pasión su compañía Acosta Danza, con la cual cumple, desde 2015, una intensa agenda de espectáculos a lo largo del orbe y combina lo clásico con lo contemporáneo, fusionados con elementos de la danza cubana.

Las oportunidades que le brindaron cuando su nombre apenas repicaba en este universo, lo impulsaron a crear en 2017 la Carlos Acosta Dance Foundation, que brinda a jóvenes talentos un programa gratuito de entrenamiento danzario por un período de tres años.

De esta manera, Acosta responde con gratitud a la vida y a su padre por mostrarle el sendero de esta manifestación, en la que encontró, según contó, la salvación que tanto necesitaba en sus inicios para labrarse un mundo de sueños y conquistas sin mirar atrás.

Precisamente, No Way Home (Sin camino a casa) se titula el libro que escribió en 2007 y en el que describió los avatares que experimentó a lo largo de su carrera.

Ese volumen sirvió de inspiración al cineasta Paul Laverty para elaborar el guion de la obra cinematográfica Yuli (2018), su apodo de niño.



Dueño de un impecable desempeño que hace únicos sus movimientos, conquistó los mayores lauros a los que puede aspirar un bailarín.

Enaltecen su catálogo, la Medalla de Oro del Prix de Lausanne (1990), el "Frédéric Chopin" (1990), otorgado por la Corporación Artística Polaca, y el Premio al Mérito en la Competición de Jóvenes Talentos, en Italia (1991).

A estos se suman el Premio de Danza de la Fundación Princesa Grace (1995), el "Laurence Olivier" (2006), el Nacional de Danza (2011) y el "Lifetime Achievement" (2023), de Lausana, Suiza. (Redacción Digital, con información de PL. Foto de portada: tomada de Internet)

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RSL 

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