Acerca de esa realidad, ahondó Vicente de la O Levy, ministro de Energía y Minas (Minem), ante la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento), en la segunda y última fecha en plenaria correspondiente al V Período Ordinario de Sesiones de su X Legislatura, en el Palacio de Convenciones de La Habana.
Al
mismo tiempo, especificó, hay un “incremento sostenido de la demanda y
el consumo, condicionado, entre otras causas por la falta de gas licuado y la
entrada al país de millones de equipos electrodomésticos”.
Precisó que, solo en moneda nacional, se han destinado “30 mil millones de pesos para respaldar las acciones ejecutadas en todo el SEN”.
Ya están sincronizados 22 parques solares fotovoltaicos, que aportan unos 480 Megawatts (MW) al SEN, como parte de un megaproyecto que hará posible generar dos mil MW, y el cual cuenta “con la inmensa mayoría de los recursos para su ejecución en el país”.
Es destacable que se detuvo el decrecimiento en la producción de crudo nacional y su gas acompañante, subrayó.
De la O Levy se refirió a un donativo chino que posibilitó restablecer una capacidad técnica para generar mil MW con la distribuida -que puede aumentar en otros 100-, y que se están recibiendo los primeros encargos de baterías de acumulación, cuyo emplazamiento está previsto en grandes subestaciones de 220 kilovoltios (KW).
Ya totalizan 780 sistemas de bombeo de agua, cuyo respaldo energético se basa en paneles solares fotovoltaicos, explicó.
Se torna imprescindible un mayor control del plan de consumo sobre todos los actores económicos y promover el uso racional de la energía.
“Hay que ajustar los planes mensuales de acuerdo a las posibilidades de generación (…) y los consejos energéticos provinciales y municipales deben fiscalizar diariamente el consumo en sus respectivos territorios”, precisó.
También manifestó que las redes y sistemas eléctricos presentan una situación tan tensa como la generación, y hay que continuar enfrentando los hechos vandálicos hacia estas.
“Existen criterios sobre la desigualdad en la afectación de los circuitos –aunque la mejor rotación es que disminuyan las horas de apagón- y se ha actuado en los territorios en función de hacerlos más equitativos. Consideramos que estamos en el camino correcto para alcanzar la soberanía energética porque para rehabilitar una termoeléctrica se necesitan dos años y un parque solar se instala sobre los tres meses (…) Proyectamos iniciar el mantenimiento general de la Antonio Guiteras, comenzamos el de la Unidad 2 de Felton 2, y estamos recuperando Nuevitas y la unidad 5 de Renté”.
El programa tiene definido hacia dónde avanzar y ubicar cada recurso en función de mejores resultados. También hubo un incremento salarial y del presupuesto de alimentación en el sector, y otros servicios que han incidido en la disminuido el éxodo de fuerza de trabajo calificada.
No obstante, apuntó el ministro, “más que una transición tecnológica es una transformación cultural que es paulatina”.
Existe un “alto nivel de vulnerabilidad en este escenario extremo y un agotamiento en la población al que hay que responder en el menor tiempo posible”, comentó la diputada Karla Santana Rodríguez, de La Habana Vieja.
Magda Ileana Pérez Matos, presidenta de la Comisión de Industria, Construcciones y Energía del Parlamento, acotó que “no es solo una cuestión técnica es una necesidad estratégica (…) pero hay un crecimiento desordenado del consumo en entidades tanto estatales como privadas y por eso tenemos que aplicar medidas concretas (…) Sin control de la demanda no habrá una mayor disminución de los apagones. Cuba necesita energía, pero también disciplina y control sobre esa energía”. (Redacción Digital, con información del diario Granma. Foto: tomada de Cubasí/archivo)
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