Este 28 de octubre, Cuba se detiene un instante para mirar al cielo y recordar a uno de sus hijos más queridos: Camilo Cienfuegos, el Héroe de Yaguajay, el Señor de la Vanguardia. Han pasado 66 años desde su desaparición física, pero su sonrisa, su audacia y su amor por la patria siguen latiendo en cada flor lanzada al mar.
Nacido en La Habana el 6 de febrero de 1932, Camilo fue alegría, compromiso y coraje. Se embarcó en el yate Granma junto a 82 combatientes, y desde entonces su nombre quedó ligado a la gesta libertaria.
En la Sierra Maestra, su liderazgo se hizo leyenda, y entre agosto y octubre de 1958, condujo una columna invasora hacia el centro del país, marcando con fuego la historia rebelde.
Tras el triunfo revolucionario del 1 de enero de 1959, Camilo se convirtió en uno de los dirigentes más admirados de la naciente Cuba. Pero el 28 de octubre de ese mismo año, su avión cayó al agua y el pueblo quedó huérfano de su sonrisa.
Hoy, como cada año, el pueblo lanza flores al mar, canta su nombre y reafirma que Camilo no ha muerto: vive en la memoria, en la juventud que sueña, en la justicia que se construye, en cada gesto de amor por la patria.
Con información de de Prensa Latina y foto tomada de Internet
SST