Fundada el 2 de
diciembre de 1964, la CUJAE nació con una misión clara y un desafío mayor:
formar a los ingenieros y arquitectos que requería la joven Revolución para
construir su futuro. Desde sus inicios, trascendió el concepto de universidad
como torre de marfil para convertirse en un taller abierto a la sociedad, un
espacio donde la teoría se funde con la práctica y el compromiso es una
asignatura permanente.
A lo largo de estos
61 años, sus aulas y laboratorios han sido la cuna de generaciones de
profesionales que han dejado su huella en el paisaje físico y económico de
Cuba. Desde las grandes obras de infraestructura hasta los más minuciosos
proyectos de innovación tecnológica, el sello Cujae está presente.
Es el orgullo de ver
a sus egresados diseñando sistemas de riego, levantando polos científicos,
optimizando la industria o proyectando viviendas y comunidades.
Pero la CUJAE es más
que titulación y obras. Es un ecosistema de ciencia e innovación. En sus
centros de investigación se buscan soluciones a problemas nacionales, desde la
eficiencia energética y las fuentes renovables hasta la informatización de la
sociedad y la sostenibilidad de la construcción. Es el lugar donde un
estudiante puede, en una misma tarde, resolver un complejo cálculo estructural
y debatir sobre el impacto social de su proyecto.
Su comunidad
estudiantes, profesores, trabajadores ha cultivado un espíritu de colectivo y
pertenencia único. La "Cujae" se siente en el bullicio de sus
pasillos, en la dedicación de sus claustros, muchos de ellos formados en sus
propias aulas, y en el legado de quienes, como su nombre lo indica, honran la memoria
del valiente estudiante revolucionario José Antonio Echeverría.
Hoy, frente a nuevos
y complejos desafíos, la universidad reafirma su razón de ser. Sigue siendo un
referente indispensable para la soberanía tecnológica del país, adaptando sus
métodos y conocimientos a un mundo en vertiginosa transformación, pero sin
alejarse nunca de su esencia: formar profesionales competentes, éticos y
profundamente comprometidos con el progreso de su pueblo.
Al cumplir 61 años,
la CUJAE no mira solo hacia atrás, con legítimo orgullo por lo construido.
Mira, sobre todo, hacia adelante. Sigue siendo, como ayer, semillero del
ingenio cubano, forja del futuro y orgullo de la educación superior de la isla.
¡Felicidades, CUJAE.
La CUJAE: 61 años de ingenio, ciencia y compromiso con Cuba. Foto: Portal del Ciudadano de La Habana
